Cap.25: por fin despertó (parte1)

978 61 0
                                    

(MAITE)

"Son ellos"

"es raro que los encontremos a todos juntos"

Escuchaba los murmullos de los otros alumnos, especialmente los de primero, como este internado es un lugar donde no hay muchas distracciones algunos ocupan su tiempo en hablar de otros, esparcir rumores y conocer a cada uno de los que vivían en los dormitorios parece que ahora somos algo así como de su interés.

Resulta que ya estábamos en febrero, Leonardo llevaba dos meses en un hospital bajo un coma inducido por sus doctores, dijeron que así podía recuperarse mejor y que sufriría menos, no podía opinar nada al respecto pero el señor Alberto tomó la misma decisión que yo habría elegido. No era fácil para ninguno de sus amigos y tampoco para mí verlo de vez en cuando confinado en esa camilla en el hospital pero sabíamos que era temporal.

Descansábamos de nuestros deberes y tareas en una mesa del jardean cuando las murmuraciones del día empezaron, nunca fui popular y jamás me consideré alguien especial, ser una persona admirada u observada por otros siempre ha sido y será incómodo para mí, Leonardo se encargó de acabar con el bajo perfil que tenía y me rodeo de personas con personalidades atrayentes para otros.

Y allí estaba yo sentada tratando de adelantar mis trabajaos a la izquierda de Reiko mientras ella intentaba hacer funcionar un viejo reloj de cuerda que su padre había decidido tirar porque ya no funcionaba (tenia debilidad por las cosas antiguas) y ni que decir de Sofía a mi derecha que trataba de limpiar el lente de su cámara, se la pasaba tomando fotografías a cualquier cosa que consideraba interesante.

—Me a-b-u-r-r-o—bufó Luca apoyando cara en la mesa.

—No arruines un momento de tranquilidad Luca— Le advirtió Héctor yo me limite a ignorarlo

— ¡Listo!— festejo Reiko— este reloj está arreglado— ese era un record, le tomo solo cinco minutos, lo último que reparo le tomo diez.

—No te muevas te tomare una foto— dijo Sofía con emoción.

— Sofía me hiciste perder en el juego— se quejó Héctor, se había enviciado en otro juego en línea.

Yo simplemente seguí con lo mío pero sentí una mirada demasiado pesada así que me dedique a localizar a la persona que me veía, me mantenía alerta a pesar de que me decían que el peligro había pasado, podría tratarse de Ismael que seguía desaparecido o de alguien enviado por él. Localice a la persona, era un muchacho que estaba de pie bajo un árbol a unos metros.

Mire fríamente a sus ojos y se puso tenso pero no aparto la vista, era incómodo, pero yo no iba a perder. Aquel chico desconocido de ojos café oscuro y cabello lacio se acercó despacio atrayendo bastante la atención de los presentes.

— ¿Puedo hablarte a solas?— pregunto nervioso.

— No— respondí, no podía bajar mi guardia y cualquier desconocido era sospechoso para mí.

Me concentre en mis tareas de nuevo esperando que el chico se fuera pero siguió de pie en el mismo lugar. 

— Quiero invitarte al baile— soltó como si se le acabara el aire al terminar de hablar.

— Invitación rechazada— desde que Carlos anduvo por ahí alardeando en ser el primero en invitar a alguien al baile se desató una ola de valientes tratando de llevar a la persona que querían al baile.

— ¿Perdiste una apuesta o qué?— Héctor y sus comentarios sarcásticos.

—Chico eres valiente pero ella no está disponible— intervino Luca y después susurro— está comprometida— le gustaba andar por ahí diciéndole eso a cada uno de los que se atrevían a invitarme.

La princesa de Hielo (Evitando la catástrofe: parte I ) [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora