La princesa de Hielo (Evitando la catástrofe: parte I ) [En Edición]

✓Cap 3: Confusión

No llevaba ni siquiera tres días desde que Leonardo se transfirió  cuando a medida clase alguien abrió la puerta bruscamente, por supuesto no alcanzamos a ver quién era porque el profesor Paul la cerró muy rápido y dijo:

— Se toca primero.

Todos estaban sorprendidos con una expresión de curiosidad en el rostro pero mi cara permanecía inmutable como siempre, gire mi vista hacia Leonardo y su expresión era sombría al parecer era el único que sabía de quien se trataba. Pude escuchar unas voces en el pasillo gracias a mi agudo oído pero no logre entender bien que querían decir, casi al instante se escuchó que alguien toco la puerta y el profesor abrió.

— Pasen tomen asiento, ya tendrán tiempo para presentarse—dijo el maestro a los dos muchachos que se presentaron ante nosotros.

Yo los vi fijamente de la misma manera fría como veía a los demás, ellos por su parte me miraron con indiferencia, uno de ellos era moreno, alto y atlético mientras que el otro era pálido de estatura media  y usaba anteojos de una marca famosa, como se esperaba de un estudiante de esta escuela (polos opuestos); eran polos totalmente opuestos, a mi punto de vista solo coincidían en algo: una aparente indiferencia hacia mí.

Silenciosamente se sentaron en el escritorio que estaba justo detrás y sentí su mirada acusadora por la espalda, claro que la vista de la clase no se apartó de ellos hasta que la palabra que nadie quiere escuchar salió de los labios del maestro:

— La tarea para mañana es... —y se puso a explicar con detalle lo que quería.

Mientras tanto mi nivel de tolerancia para lo incómodo se agotaba, Leonardo lo noto demasiado rápido, como si me conociera de siempre y les dijo:

— Ustedes dos ¿Qué pretenden?—con un tono de molestia.

— Hola Leo, ¿nos extrañaste?—respondió el chico de gafas.

— No, estaba muy ocupado con Mai como para extrañarlos—respondió Leo de manera burlona.

— ¡No eres gracioso! Además no le veo lo interesante a esta niña, es muy normal, nada que destaque salvo su actitud incomoda ¿Porque no cancelas esta tontería y recuperamos nuestras vidas? —dijo el de gafas con un tono desafiante lo cual me molesto un poco pero seguí ignorándolos.

"si llevenselo por favor"

— Sí, ella no es la gran cosa, solo es otra niña rica con un aparente caso de Chūnibyō [1] que se cree princesa, no entiendo porque la urgencia de encontrarte con ella—añadió el chico alto de peinado desalineado. 

Mi orgullo estaba siendo herido ¡en mi presencia! no podía quedarme callada y escuchar como si no me importara en absoluto, tome aire para decirles que se callaran pero Leonardo fue más rápido, se puso de pie frente a ellos y dijo:

— Basta los dos, están incomodando a Maite con su actitud.

— ¿Nosotros? ella es la única que incomoda, si no te das cuenta pregunta a cualquiera de los espectadores que tenemos en clase—respondió el chico de las gafas con un tono burlesco.

— Parece que no me toman en serio si gustan pueden salir de mi clase los cuatro—reclamo el profesor bastante molesto.

— De verdad lo sentimos profesor, no volverá a suceder—respondió Leonardo calmando al profesor que solo lo miró unos segundos para luego seguir con la clase.

— ¿Los conoces?— pregunte con cierto grado de curiosidad.

— Son mis mejores amigos—respondió con una enorme sonrisa.