cap. 21: ¿En que estaba pensando?

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Bien, ahora tenía un descanso obligatorio y el engreído de Dariel estaba en una misión, aunque solo me quedaba medio día seguía molesta conmigo misma, si no me hubiera excedido de mi limite entonces todo sería diferente... lo único bueno era que Reiko y Luca habían vuelto.

Aproveche el tiempo para despejar mi mente con la idea de que tal vez pensaría mejor las cosas si lo hacía, no pude ir a la biblioteca porque era seguro que mandarían a alguien a cuidarme o peor aún algún curioso se acercaría a preguntar por Leonardo y eso de explicando andar alguna excusa por su ausencia ya me había cansado. La única opción que me quedaba era el salón de música ya que estaba hecho a prueba de ruido podía estar tocando el piano sin que nadie interrumpiera. Entré con cuidado por si me encontraba a alguien pero el lugar estaba completamente vacío.

Toque solo teclas al azar, sin ningún sentido, me gustaba hacer eso y después seguí con una canción que estaba muy de moda aunque la letra no tenía nada que me llamara la atención la melodía me resultaba muy bonita. Sabía que tocando el piano mi mente se despejaba en un instante y así pasó, cuando por fin deje de atormentarme con pensamientos negativos me sentí tan bien que de pronto me creí capaz de hacer cualquier cosa.

Ya estaba pensando en un lugar feliz cuando un ruido me trajo a la realidad. Mi mente rápidamente se puso alerta porque podría tratarse de algún enemigo, el camaleón era tan ruin que seguro no le causaba ningún remordimiento de conciencia cada acto de crueldad que hacía y era tan capaz de atacarme o raptarme justo en el momento en que estaba sola, mi única ventaja era que podía cubrirme con el piano pero no traía nada para defenderme.

Fue cuando me puse a pensar en que tal vez así llegaría el final de mi vida, muerta en el salón de música en el que no servía de nada gritar porque era a prueba de ruido, siempre me metía en situaciones peligrosas sin pensar.

me gire para ver de quien se tratara pero a la vez sin demostrar miedo, esa era mi especialidad, lance una mirada fría al mismo tiempo para intimidar a cualquiera que quisiera hacerme algún daño porque tampoco era de las que se rinden sin luchar.

Deje de temblar por dentro cuando vi quien hizo el ruido...

—Héctor...— dije con tono frio.

—...— no me respondió como era de esperarse.

— ¿Qué haces aquí?— pregunte sin ponerme de pie porque él había empezado a acercarse.

— siempre me sorprende como una persona tan fría como tu puede tocar algo tan cálido... pero la razón por la que estoy aquí es Leonardo— respondió mientras se sentaba en un banco cerca del piano.

— no me digas... vienes porque quieres recuperar a tu amigo y te cansaste de ser un simple espectador— dije con tono de molestia, Luca me había salido con lo mismo cuando apareció en el laboratorio.

— pues te equivocas porque yo no soy un simple espectador ¿Qué crees que estuve haciendo estos meses? porque temblando en un rincón no estaba— eso no me lo esperaba pero no se lo iba a admitir.

— ¿Y qué descubriste Pino?— dije con cierta desconfianza.

— para empezar descubrí que aquel secuestro de Leo, del que hablamos cuando el colapso fuera de la biblioteca, fue planeado por tu padre y el... tenían un plan y para eso Leo tenía que infiltrarse en un laboratorio del camaleón ¿lo sabias?— por supuesto que no lo sabía.

— Si... pero no entiendo a qué quieres llegar con eso ¿Qué planeas Héctor?—

—Te estoy diciendo que Leo no es fácil de atrapar y que si el camaleón lo tiene es porque él quiere... Tu prometido será encontrado cuando él quiera ¿me entiendes?—

La princesa de Hielo (Evitando la catástrofe: parte I ) [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora