cap 8: Mas aliados

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El fin de semana llego y nuestro “castigo” tenía que cumplirse como lo ordeno el director, aunque no nos gustara la idea de pasar dos días rodeados de gente enferma estábamos todos allí parados frente al hospital escuchando como Dolores se alejaba con el auto.

— ¿Que esperan? — les pregunte a mis compañeros mientras entraba.

Basto con eso para que reaccionaran y se movieran, no me sentía más animada que ellos pero no había nada que pudiéramos hacer para desobedecer las órdenes del director pues era esa clase de personas a las que no se les puede decir no. Sabía que fuera del internado tenía que andar con mucho cuidado y no bajar la guardia ante cualquier situación por mas inofensiva que pareciera pero sobretodo no debía actuar por mi cuanta si me sentía en peligro. Leonardo estaba cerca y eso me hacia sentir segura, tal vez Reiko tenía razón yo confiaba en el más de lo que demostraba pero seguía en un infinito debate interno para poder descifrar que éramos en realidad.

En la oficina del dueño del hospital fuimos bien recibidos, aunque era un hombre tan viejo que apenas se entendía lo que decía estaba muy lúcido y coherente, se presentó como Jacobo White. Fuimos asignados a tareas diferentes tomando en cuanta nuestras habilidades; Luca fue el primero aunque se veía nervioso acepto su tarea: ser asistente en el área de recuperación, después asignaron a Reiko y Leonardo al área de urgencias, y por último quedamos Héctor y yo asignados a ser asistentes de Jacobo.

 De todos los compañeros que podían tocarme me toco el amargado, definitivamente serian dos largos días pero también podía aprovechar la oportunidad para sacarle algo de Leonardo, cualquier cosa estaba bien de todas formas la persona que menos sabia sobre él era yo. Seguimos al señor White por todo el hospital, se notaba lo mucho que amaba ese lugar, el visitaba cada paciente y los saludaba por las mañanas después de eso seguía con los empleados y por último se ponía a trabajar un poco con lo relacionado al hospital.

Nosotros no hablábamos mucho pero aquel anciano no paraba de hablar.

—Este hospital es todo lo que tengo... le he dedicado toda mi vida y ya va llegando la hora de... venderlo, hay que saber cuándo retirarse ¿verdad muchachos?— nos miró con ojos tan tiernos que debo decir que me conmovió.

—Señor White sé que me pido que fuera su asistente porque planea vender este hospital a mi padre y le aseguro que podrá estar en este lugar tanto como quiera creo que ya hablo de eso con el— respondió Héctor mientras le acercaba una taza de café.

Yo permanecí en silencio observando la oficina que estaba llena de fotografías perfectamente enmarcadas en la pared, estantes y en su escritorio; todas ellas estaban llenas de gente como empleados, pacientes y amigos había una en donde salía junto al director Alberto. El señor White noto mi curiosidad de inmediato y aprovechó eso para hablarme.

—Debo confesar que cuando mi muy estimado amigo el señor Alberto Díaz me pidió que los cuidara un fin de semana me pareció que me estaba jugando una broma pero cuando me encargo que pusiera atención especial en su futura nuera me pregunte ¿qué tiene ella de especial?— hizo una pausa y soltó una risita acompañada de una tos algo incomoda — cuando te vi esta mañana dije ¡valla! es muy hermosa pero sé que ese hombre no hace las cosas solo porque si yo digo que tiene que ver con aquel asunto... como sea puedes confiar en mi pequeña— todo ese pequeño discurso me dejo muy confundida, comprendía que había cosas que no sabía y Leonardo me dijo que poco a poco las descubriría pero cada vez entendía menos.

—Señor White gracias por ser tan sincero y por cuidar de nosotros, ¿hace cuánto que el señor Alberto le pidió este favor?— La curiosidad me consumía y no podía ignorar mis dudas.

— No me digan "señor White" díganme Jacobo así me sentiré más joven, este favor me fue pedido... a ver hoy estamos a Sábado... pues hace cinco años— respondió con una gran sonrisa en su rostro— creí que no viviría lo suficiente para cumplir mi palabra pero lo logre—

La princesa de Hielo (Evitando la catástrofe: parte I ) [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora