cap 15: no quiero ser una fugitiva

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No podía decirle a los otros mi sospecha y aunque intente hablar con Leonardo sobre ese tema fue imposible, él estaba demasiado ocupado durante el periodo de exámenes, se dedicó a reconstruir la memoria y sus archivos por eso no hubo una oportunidad para hablar, si no fuera por el brazalete que me dio seguro que incluso su regreso parecería solo un sueño.

Fue una semana intensa de numerosas pruebas y después de eso ya teníamos las vacaciones, era algo refrescante para todos ya sea que quisieran regresar con sus familias o quedarse, en lo personal pensé en quedarme en el internado porque parecía el lugar más seguro para mí pero una llamada cambió los planes.

El director dijo que el detective Bueno había llegado por fin a ese "algo" y necesitábamos movernos a otro lugar y con "movernos" estaba claro que se refería a varias personas pero jamás imagine que eran mis amigos los involucrados. Fuimos todos citados en la oficina del abuelo de Leonardo para sorpresa de todos, estábamos en peligro, por razones diferentes.

—No sé por dónde comenzar— dijo don Alberto— hice todo lo que estaba en mis manos pero al parecer Jacobo tenía razón... el asunto me sobre pasa con mucho... es hora de que les explique ciertas cosas que me he guardado— ¿acaso escondía más secretos? creí que me había contado todo pero eso hubiera sido demasiado fácil, debía haber cosas difíciles de decir.

— ¿De qué hablas abuelo?— pregunto Luca algo inquieto.

—Hay algo que desde hace un tiempo no me cuadra pero esperare a que don Alberto hable para ver si me aclara algunas cosas— Agrego Héctor que se veía menos impactado que los otros.

—prometí a sus padres hace cinco años que si llegábamos a este punto les diría la verdad— miró a Leonardo como pidiendo disculpas y siguió diciendo— Sus padres trabajaron para mi hace veinte años y se suponía que no implicaría más que ayudar a los afectados de una epidemia pero el culpable de esa catástrofe amenazo al equipo entero después de que logramos erradicarla... lo que intento decir es que estando en este lugar no puedo garantizar la seguridad de ninguno de ustedes—

— ¡Mientes, mi abuelo jamás me conto de esto!... Maite dijo que era solo ella a quien buscaban— alego Sofía saliendo un poco de control.

Reiko y Héctor permanecieron silenciosos escuchando atentamente pero el que más me preocupaba era el pálido Leonardo que estaba de pie a mi derecha, el director siguió hablando— Maite discúlpame pero no te conté toda la verdad, siento que este tiempo estuvieras pensando que eres la única que ponía a otros en peligro... chicos ¿ustedes saben que es la inmunidad?— deseaba que no siguiera hablando porque con respecto al asunto de mi inmunidad yo aún me sentía algo extraña pero no paró y siguió explicando todo ese asunto que se venía arrastrando desde hace cincuenta años más o menos.

Leonardo seguía allí palideciendo mientras su Abuelo explicaba como trabajaban el camaleón y sus socios, seguro para alguien que lo vivió de primera mano eso resultaba difícil de soportar, fue cuando comprendí la mirada de disculpa que le ofreció desde el principio, sin pensarlo mucho y movida por la poca empatía que había en mi le susurre a Leonardo lo suficientemente bajo para que solo el escuchara "todo estará bien".

—... y por eso esperamos el momento oportuno para sacarlos de aquí tomen lo más necesario y los objetos que consideren importantes y sigan a Verónica, ella los guiara al lugar donde se quedaran ocultos—

Salimos casi en cuanto nos lo pidió pero yo me quede para preguntar algo que seguía inquietándome y no era el asunto del tatuaje de Ulises porque eso ya me había determinado a discutirlo con él en persona porque si él era un aliado mi comentario solo levantaría desconfianzas innecesarias y si era acertado entonces tendría algo para defenderme...

La princesa de Hielo (Evitando la catástrofe: parte I ) [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora