Ella está rota

Capítulo 9

Su mano se desliza por dentro de mi blusa, mi piel se eriza ante ese toque, pero es algo que no debería pasar, no debo permitir que vaya mas lejos.

- ésto está mal - murmuro separándome.

Su mano se detiene en la copa de mi sujetador, lo empujo y consigo salir de la cárcel que creo con sus brazos, y yo soy su prisionera, que me está pasando? No dejo que nadie me toque, y mucho menos que me bese con la libertad con la que Jessie lo hace.

- ven, te quiero llevar a un lugar - dice cogiéndome de la mano.

Sin darme tiempo a negarme, me arrastra fuera de mi casa, de dos en dos baja las escaleras sin soltarme la mano, de milagro no me caigo escaleras abajo.

Abre la puerta de su Mercedes Benz negro y prácticamente me obliga a entrar, rodea el coche y entra en el lado del conductor y empieza a conducir, no sin antes regalarme una sonrisa, como si quisiera tranquilizarme.

En el trayecto de donde sea que nos dirigimos nadie dice nada, el sol ya se ha ocultado y no puedo pensar en otra cosa que no sea en lo ansiosa y nerviosa que me siento, esta clase de sentimientos son ajenos a mi por lo que automáticamente me saca de quicio, no entiendo porque de repente aparece en mi casa, me besa y me saca de ella como si nos conociéramos de toda una vida, o peor aún, como si fuéramos pareja, y lo que me molesta aún mas, es que todo eso en el fondo me gusta, su espontaneidad, no parece ese estirado de caros trajes que se empeña demostrar al mundo, éste lado sin duda es el mas divertido.

- en que piensas?- pregunta regresandome del mundo de mis pensamientos en el que me había sumergido - me gusta tu sonrisa - dice con un guiño.

Ni siquiera me había dado cuenta que le estaba sonriendo, giro el rostro hacia la ventanilla ocultando el rubor que sé que se empieza a notar en mis mejillas por esas simples cuatro palabras.

- no es como las otras, fría y distante, ésta, es genuina - continua alagandome.

No lo miro porque si lo hago se daría cuenta el efecto que sus palabras, y todo él en general tienen en mi.

- dónde estamos yendo? - pregunto en un vago intento de cambiar de tema.

No me gusta hablar de mi, ni que me digan piropos de la forma tan libre con la que él lo hace, y yo se lo permito.

- a una fiesta benéfica para los niños que son abandonados en la calle, un orfanato los recoge y los cuida hasta que son adoptados y están recaudando fondos - me informa.

Al instante me tenso, niños abandonas y recogidos por una organización de protección al menor, había oído sobre eso, pero no entiendo porque me lleva Jessie a ese lugar, no es que no me interese, es simplemente que no lo comprendo, no es como si el supiera todo mi pasado.

- por qué me llevas a ese lugar?- le pregunto intentando inútilmente por sonar tranquila.

Fallo en mi tonto intento, mi voz sale dura y molesta, por lo que me gano una mirada extrañada de Jessie, no importa.

- bueno, he pensado que te gustaría ir...como tu no tienes padres y....

- quién te dijo que yo no tengo padres?- lo interrumpo con voz dura.

Abre la boca pero al instante la vuelve a cerrar, aparca a un lado y gira su cuerpo en mi dirección, me mira con su fuera un acertijo que debe descifrar.

- peleste en esa competición - dice como si eso lo explicara todo sobre mi- Richard me dijo que no tenías padres.

Se le ve confuso, ahora lo entiendo, Richard le dijo que era huérfana.