Ella está rota

Capítulo 19

Meto un pedazo de gamba en mi boca y no puedo evitar gemir de placer al sentir ese sabor tan exquisito en mi paladar, frunzo el ceño ante la sonrisa de Jessie, no es culpa mía comportarme como una niña, es que nunca había probado algo parecido, empiezo a pensar que realmente me perdí grandes cosas.

- te quiero por quien eres, no por el trabajo que tienes o por tu cuerpo- dice sin borrar esa sonrisa - te hubiera querido aunque te hubiera visto pidiendo limosna en la calle - me asegura.

Muy bonitas sus palabras pero tardó demasiado en responder por lo que ya no tiene gran efecto sobre mi, es como si le quitase validez a sus palabras.

- ésta noche hay una fiesta de gala benéfica, todo el dinero será donado a centros de adopción del país - le digo cambiando de tema - Samuel quiere que lo acompañe - anuncio y doy largo trago al vino.

La verdad nunca me gustó eso de bebes el licor de las uvas, normalmente tiene un amargo sabor, siempre preferí el whisky o el tequila y en el peor de los casos tomaba una refrescante cerveza Heineken, aunque desde que salgo con Jessie, se me ha hecho natural beber ese liquido rojo oscuro.

- yo también iré, acudo todos los años, pero tengo el presentimiento que éste año será mas interesante - dice con un tono muy insinuante.

Llegados a éste punto, mi mente crea momentos eróticos que puedo tener con Jessie en el baño, en el cuarto de limpieza y....sacudo la cabeza cortando el hilo de mis pensamientos.

- si, creo que podemos hacer algo para que en caso de que se vuelva aburrido...- cojo un esparrago y con la sensualidad que no sabía que tenía, meto la punta en mi boca y le doy un suave mordisco, por la mirada de Jessie se que lo está disfrutando - lo hagamos mas interesante, no crees? - le digo con la voz ronca.

Con la lengua retiro la salsa que empieza a chorrear del espárrago, en ningún momento le quito la mirada, disfruto ver como sus pupilas se dilatas y como entreabre los labios cuando paso mi lengua por mi labio superior.

- si no tuviéramos demasiado público - dice mirando de reojo a las demás personas - te desnudaría sobre la mesa y te follaría....no- dice negando con la cabeza, se inclina hacia delante acortando distancias, acercando su rostro al mío - te haría el amor recordándote una y otra vez, que tú, eres sólo mía.

Dicho eso junta sus labios con los míos y con eso ya me tiene en sus manos, húmeda pero en sus manos. Mientras nos besábamos, ambos teníamos los ojos cerrados, decidí abrir un poco los ojos y lo vi, besándome con tanta ternura ¡joder, se veía lindisimo! En ese momento no pude evitar sonreír, en ese momento me di cuenta que ya me había enamorado. Y por primera vez, por primera vez sentí, que con él, los pedazos rotos de mi corazón estarían a salvo, con él.

- te quiero - susurro sobre su labios.

Se aleja de mi con los ojos abiertos como platos, sí, lo amaba pero no pensaba soltarselo así por las buenas, paso a paso, ya es demasiado haberle dicho esas dos palabras, demasiado para mi y espero que se conforme con eso.

- no me mires así - le digo divertida.

No acaba de salir de su asombro, no se que tan raro es que le diga eso, pero al parecer lo suficiente pues no deja de mirarme como si tuviera dos cabezas, o como si le hubiera dicho que soy una alienígena con súper poderes, de un momento a otro sonríe mostrando su perfecta dentadura, dientes blancos y rectos, no entiendo como es que todo de él es perfecto.

- repitelo - dice haciendo a un lado su plato de comida.

- no me mires así? - digo con el ceño fruncido.

Tal vez no me escuchó, aunque no creo que sea tan viejo como para no poder escuchar esas cuatro simples palabras.

- no, lo otro - dice soltando un pequeña risita.