Capítulo 12

669 53 5
                                    

Una corriente eléctrica recorre mi cuerpo entero cuando mis azulados ojos conectan con los grises de Jessie, brillan con un deje de diversión, le divierte verme tan incómoda y yo no se porque me siento así, es decir, él y yo no somos nada.

— nena, no nos piensas presentar?—pregunta con una media sonrisa — soy el novio de Brooke, tú quien eres? — se dirige a Jhon.

Quiero decirle que no somos nada, quiero alejarme de él y de Jhon pero mi cerebro se ha desconectado de mi cuerpo, Jhon me mira esperando que diga algo, pero simplemente me encojo de hombros y maldigo mentalmente por no ser capaz de formular una miserable frase.

— yo soy con el que se acuesta de vez en cuando — responde con autosuficiencia cruzándose de brazos.

Jadeo cuando Jessie me suelta para impactar su potente puño en el rostro de Jhon que hace que el susodicho ciaga al piso como una bolsa de papas, Jhon suelta un quejido cuando se toca la zona dañada y Jessie se pone de cuclillas para quedar a su altura.

— bueno pues....ahora que me conoces te lo pensarás dos veces antes de acostarte con mi novia.

Jhon asiente completamente aterrado, me resulta hasta cierto punto gracioso pues lo que me atraía de Jhon a parte de su obvia musculatura era su lado agresivo, es decir, es boxeador y creía que ellos no le temían a nadie.

— vamos?— me dice con una ceja enarcada.

Asiento, me coge de la mano y con delicadeza me lleva hacia Dios sabe dónde, me sorprendo de mí misma por mi actitud tan....sumisa que tengo con él, normalmente me negaría pero estoy demasiado sorprendida como para siquiera ser capaz de decir algo.

Entonces soy consciente que he dejado sola a Sophia en el restaurante, por no hablar del hecho que tengo que volver para empezar de una vez a prepararme para el desfile que habrá en unas horas.

— que haces?— pregunto deshaciéndome de su agarre.

No entiendo porque actúa de esa forma, ni porque le dejo hacerlo, estoy acostumbrada a mi soledad, a vivir sin nadie que me proteja, a ser sólo yo contra el mundo, no me siento preparada para estar envuelta en una relación formal, no voy a negar que me atrae de formas que no se explicar, que despierta raras sensaciones en mí, que con sus palabras y acciones me hacen sentir de alguna forma que ya no estoy sola, pero también se que personas como yo, nunca obtienen su final feliz, estoy rota y lo roto no se puede reparar.

— llevándote a comer, quizás? — dice con una ceja enarcada.

Sin querer sonrío por su respuesta tan obvia, no se como consigue eso, hacerme sentir bien, hacerme sentir normal, no se...cuando está él, no me siento un bicho de otro mundo, no siento que fuéramos de diferentes clases sociales, me da la seguridad que quizás nadie supo darme, salvo.....

— debo volver a trabajar — respondo cortando el hilo de mis pensamientos.

Con una sonrisa abre la puerta del coche que está a su lado, ni siquiera fui consciente lo mucho que me había alejado del restaurante, me sorprende que conduzca él, teniendo en cuenta que dispone de un chófer, aunque no me quejo, demasiado lujos me pone realmente incómoda.

— en ese caso dejame llevarte — dice invitándome a entrar.

Sabiendo que no aceptará un “No” por respuesta, asiento entrando al vehículo, sobra decir que los asientos están forrados con cuero negro, le da un toque mas elegante y por el olor a nuevo se que se lo acaba de comprar, me gustaría aprender a conducir pero sería inútil pues no creo poder ahorrar el dinero suficiente para comprarme aunque sea un maldito escarabajo, y a decir verdad sería una locura conducir pues los conductores en nueva york están jodidamente mal de la cabeza.

Ella está rotaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora