Capítulo 15

553 43 3
                                    

Hoy me desperté dispuesta a tener una larga charla con Sophia Black, quizás el ver mi brazo con pequeños círculos verdes provocados por su uña clavada en mi piel, me animó o me incitó a poner en claro un par de cosas.

Me dispongo a tocar la puerta con mis nudillos, pero me abstengo al escuchar voces al otro lado, no soy curiosa y odio a las personas que si lo son, pero por alguna razón no puedo dejar de escuchar, su secretaria me mira con una ceja enarcada y con una sonrisa de complicidad se levanta, se acerca a mí y pega su oreja a la puerta para poder escuchar mejor.

no vuelvas a hacer eso o te juro que soy capaz de promoverte a un cargo menor en la empresa.

La voz es de un hombre, está bastante enfadado, creía que ella la única y legitima dueña de esta linea de ropa y lencería femenina.

— ese es el marido de la jefa, Samel Black — susurra la secretaria cuyo nombre no conozco.

Frunzo el ceño pues juro que ese nombre lo he oído en otra parte, pero no se de donde.

estas tan desesperado por encontrarla que la ves en cualquier mujer, ella pudo haber muerto y buscándola como un idiota.

Ambas damos un respingo y damos un paso hacia atrás cuando escuchamos un fuerte sonido, el hombre parece ser bastante violento. Creo que lo mejor que podemos hacer es irnos, ya se me quitaron las ganas de hablar con Black, no es que tenga miedo, solo no quiero romper la paz que obviamente hay dentro.

Antes de que cada una pueda volver a su labor en el trabajo, la puerta se abre y frente a nosotras aparece Samuel Black, me atrevería a decir que es del tamaño de Jessie, sus azulados ojos se clavan en mi y todo mi cuerpo se pone en alerta, cabello castaño oscuro, mandíbula cuadrada, barba perfectamente recortada, rubia y con canas, sus finos labios esbozan una sonrisa que no contrasta para nada con el hombre que seguramente había allí dentro, discutiendo con su esposa sobre un tema que desconozco.

— Brooke Fiend — no se porque la forma que pronuncia mi nombre suena incorrecta, como si no me llamase así — un gusto conocerte al fin.

Me tiende la mano y titubeante la acepto, sorprendiéndome lleva mi mano a su boca y deposita un suave y tierno beso, no se porque ese gesto se siente tan natural...correcto, familiar, lo conozco, pero no se de donde, o quizás solo lo soñé.

— tu y yo necesitamos hablar, sigueme.

Dicho eso sigue su camino mientras yo me mantengo en mi misma posición. La mirada de Black no es nada amigable, su despacho luce bastante horrible, la pantalla de su ordenador está rota en el piso.

Para cuando logro reaccionar, Samuel se encuentra en el ascensor mantiendo la puerta abierta con su mano, quizás no debería cumplir su orden, pero por alguna razón que no alcanzo a comprender, siento cierta confianza instantánea en él. El ascensor desciende hacia la planta baja pero por alguna razón el silencio que hay entre ambos no es incomodo. Su mirada es cálida y su sonrisa sincera, por un momento deseé que mis estúpidos progenitores fueran como el.

— quiero proponerte algo que no puedes rechazar.

Salimos a la calle y me abre la puerta de una limusina Hammer negra, miro mi ropa y medito si debería entrar o no, visto con un vestido negro a juego con mis bailarinas que Jessie me dió ésta mañana, me negué a ponerme lo tacones que trajo para mi, ni siquiera quería ponerme un vestido pero en serio tenia que venir a hablar con Black y trabajar, por supuesto, o ese era el plan en un principio.

Ella está rotaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora