Ella está rota

Capitulo 40

Espero unos segundo hasta que logro normalizar mi respiración, Thomas ya ha salido y se oyen voces, no logro identificar la voz de la mujer pero se me hace terriblemente conocida, con mis dedos peino mi cabello desordenado, aliso mi ropa y entro al interior solo para encontrarme la mayor sorpresa de mi maldita existencia, ahí está ella, con el ceño fruncido, oliendo como un perro el cuello de Thomas, este no parece alterado, se deja hacer en silencio, por un segundo su mirada conecta con la mía, distingo un brillo de diversión, eleva las cejas y se encoge de hombros al tiempo que Sophia abre la boca.

– has estado con otra – gruñe la mujer con enfado. No está preguntando, de hecho lo está confirmando y no es para menos, el cabello despeinado, su cuerpo semi desnudo cubierto por una fina capa de sudor es una prueba bastante clara de lo sucedido, por no hablar de sus labios rojos e hinchados. Ups.

Mi corazón empieza a palpitar a mil por horas cuando la rubia se gira y clava su mirada acusatoria sobre mi. Tierra trágame! De pronto me siento pequeña ante esa mirada llena de esperanza con un leve rastro de ira contenida.

– por favor, dime que no eres tú – me pide casi suplicante.

Sophia se acerca a mi a la vez que sus ojos se llenan de gruesas lágrimas, de todas las mujeres del mundo, nunca me hubiera imaginado que Sophia Black, mi única amiga, sería la novia de mi ex novio y con el cual me acuesto, esto debe ser una mala broma del destino.

– Sophia, no sabía que eras tú su novia, de haberlo sabido....

PLAF! Con una sonora bofetada interrumpe mi tonta excusa, mi mejilla arde, es como llama acercándose a la propia gasolina, mis demonios se revuelven en mi interior inquietos e indignados por permitírselo.

– ósea que si sabías que el tiene novia– afirma con voz dura, seria y enfadada, nada en comparación a como es normalmente – eres una perra ¿lo sabías?

Me empuja y yo aprieto los puños para no reaccionar ante sus provocaciones, me empuja nuevamente y es como si agrietase las cadenas que mantienen sujetos a mis demonios.

– Sophia ya es suficiente....

– tú cállate!– le grita a Thomas mientras lo señala con el dedo acusatorio, culpándolo de todo y vuelve a mirarme – quiero que sepas que ya no somos amigas, no me hables, no me mires porque te juro que no se de lo que seré capaz de hacer, me dará igual si estamos en un club, en tu casa, o en medio de time square, para mi, a partir de ahora, eres solo un desecho humano andante.

Dicho eso se da media vuelta y se marcha dejándome con un mal sabor de boca, Thomas no dice nada, yo tampoco, ni siquiera intenta detenerla, simplemente se conforma con acompañarla a la puerta, Sophia por supuesto tiene la dignidad suficiente como para no gastar ni una sola gota de energía discutiendo con su ahora ex novio.

Con un suspiro me dejo caer en el sofá, si, mi única amiga me deja por haber cometido una estupidez, no tengo energía ni ganas para intentar solucionar este problema, es más, me siento algo extraña, es como si me hubieran quitado un gran peso de encima.

– lo siento, no sabía que vendría pero tampoco quería esconderte como si fueras una cualquiera – se disculpa sentándose a mi lado.

Lo miro de reojo, aún tiene esa sonrisa triunfante en su perfecto rostro, tiene el cabello despeinado y la ropa arrugada, es cierto que su aroma ha cambiado, ahora mezclado con el mío. Me abrazo las piernas y miro la pantalla negra de la televisión, no se que debería decir en casos como estos, está claro que estuvo mal pero también esta claro que ninguno de los dos se arrepiente de lo sucedido.

– se que ahora tú estás con Jessie y...

– no estoy con el – lo interrumpo sin mirarlo – espero que sepas que todo esto...– murmuro refiriéndome a nosotros, a nuestra "no" relación – no nos llevará a nada, esta claro que hay atracción, pero....