Jugando A Enamorarse (#Exorinha)

CAPÍTULO 10: Arrepentimiento

Narra Sara:

Me despertaba cada hora, sin poder conciliar el sueño. Hasta que al final me levanté y me fui al baño. Me miré al espejo , deseando encontrarme con otra persona, y que todo aquello no fuera real. Pero claro que era real.

Estaba horrible, tenía unas profundas ojeras, los labios secos e hinchados, y una expresión de asco impresa en mi cara. Cada vez que recordaba lo que había pasado, hace apenas unas horas, una fuerte sensación de vergüenza me inundaba, como podía haberme acostado con uno de mis mejores amigos? Ahora como lo iba a mirar a los ojos, sin recordar los sucedido?

Abrí el grifo, y dejé que el agua corriera, puse mi mano debajo del chorro, observando el agua transparente que se colaba entre mis dedos. La cabeza me ardía.

Miré al rededor mía, buscando con la mirada unas pastillas contra el dolor de cabeza...

Volví la vista al espejo y me miré horrorizada, anoche, cuando me acosté con Exo... usamos protección?

NO, NO USAMOS!!, cerré el grifo con un golpe, y empecé a dar vueltas.

-No puede ser, no puede ser...- las lágrimas empezaban a recorrer mis mejillas.- tranquila, tranquila... haber, medidas anticonceptivas que puedo tomar... ninguna!

Mierda, todo se ponía en mi contra. Hacía un par de años, el médico me había hecho unas pruebas, aveiguando que casualmente, las pastillas "anti-baby", no hacían ningún efecto sobre mí.

No me podía estar pasando esto a mí, a los adolescentes a un podía ser, pero yo!, una mujer adulta, que cometiera un accidente por una calentura... una calentura? Solo había sido eso?

Oh, joder! Ahora no estaba para pensar en eso! Le dí un golpe al retrete.

-Joder!- me agarré el pie con fuerza, vaya golpe me había metido.

-Sara?- oí su voz llámandome.

-Todo por culpa de él...-susurré, noté como la ira iba aumentando en mi interior, y antes de que me diera cuenta, tomó el control total de mi cuerpo.

Abrí la puerta de una patada.

-Te odio, te odio...-susurré, aunque tuve la sensación de que me escuchó, ya que frunció el ceño.

-Qué pasó?- puso su mano en mi hombro,y al instante le di una bofeta con todas mis fuerzas.

-No me toques!

-Sara...- acercó su mano para reposarla en mi mejilla, pero me alejé rápidamente, tenía la sensación, que si me tocaba me vendría abajo, y me echaría a llorar.

-He dicho que no me toques!- apreté los puños con fuerza.

-Pero que te pasa?!

-Te odio, me has arruinado la vida, jamáspodré mirarte a los ojos...- sabía que en el fondo todo lo que le estaba diciendo era mentira, jamás podría odiarle, pero todo mi miedo e ira, se estabn descargando con el que tenía más cerca, y en este caso era él.

-Pero qué dices?!

-No quiero volver a verte nunca más!

-Pero puedes dejar de gritarme y explicarme por qué estás así?!- notaba el dolor en sus palabras, y cada segundo que pasaba, mis defensas contras las lágrimas se iban debilitando.

-Fuera de mi casa.

Vi que no reaccionaba, cogía su maleta, abrí la puerta, y con fuerza la tiré fuera.

-Pero que haces?!- corrió a cogerla, oportunidad que tuve para cerrar la puerta.

-Sara!- golpeó la puerta.

Me dí la vuelta y me senté en el suelo, apoyada en la puerta.

-Exo, por favor... Vete.- susurré, con la voz rota.

-Pero al menos explíame.-insistió.

No respondí, me cogí las rodillas y las pegué a mi cuerpo, apoyando mi cabeza en ellas.

-Dios! Que te den!-gritó- Adios.

Noté sus pasos alejarse, bajando las escaleras... Y me puse a llorar, lloré y lloré, deshagoándome. Me mecía suvemente, intentando consolarme a mí misma, sin conseguirlo. Lloré como nunca antes lo había hecho, sintiendo todo el dolor en cada lágrima, reviviéndolo una y otra vez. Lloré por él, lloré por mí, por nosotros, lloré por mi penosa vida, por la mala suerte que tenía, lloré, lloré y lloré, deseando que todos esos malos recuerdos se borraran con el telón de mis lágrimas.