Capítulo Treinta y dos: Todos lo sabían, ¿o qué?

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Narra Louis.

Se ganó una ración de cosquillas por haberme llamado torpe que acabó en unos cuantos besos.

- Debería irme ya.-dijo separándose de mí levemente. Aún seguíamos fuera.-

- ¿Ya? Pero si es pronto.-protesté quizás comportándome como un niño pequeño. Ella rió y besó mi mejilla.

- Mañana me voy y aun no tengo hecha la maleta.-explicó levantándose de mis rodillas y cogiendo su guitarra.

- Está bien, está bien.-dije levantándome con ella para acompañarla hasta la puerta de su casa.- Pero que sepas que no es normal empezar una relación y salir corriendo, eh.-bromeé.

- No salgo corriendo, idiota. Es más, retrasé mi viaje un día para estar en tu cumpleaños y poder montarte todo ese numerito de hace un rato.-rió.

- Oh, vaya, gracias.-contesté.

- Dáselas a mi padre.

- ¿Cuándo vuelves? –pregunté.

- Para fin de año, el 29 creo.-respondió. Asentí.

- No te me vayas con Mark estos días, eh.-le advertí y ella rió.

- No te preocupes.-rodeó mi cuello con sus brazos.- Prometo ser solo tuya.-sonreí al escucharla antes de acortar la distancia existente entre nuestros labios.

- Llámame cuando llegues.-pedí.

- Lo haré. Te quiero.-dijo prácticamente a voces antes de entrar en su casa y cerrar la puerta.

Narra Destiny.

Todo había salido tal y como había planeado. Al fin estábamos juntos. Subí a mi habitación con una sonrisa imborrable después de despedirme de él y me metí en la cama directamente. A la mañana siguiente, me levanté temprano para empezar a hacer la maleta para los cuatro días que iba a pasar con mi padre en Londres.

- Voy a despedirme de Louis, ahora vengo.-grité saliendo por la puerta. Crucé la calle rápidamente y llamé al timbre. Me abrió Jay que se quedó mirándome con una sonrisilla.- Buenos días.-no me dio tiempo a preguntar si Louis estaba despierto cuando apareció bajando las escaleras, tan solo con el pantalón del pijama.- ¡FELICIDADES! –grité, él sonrió y vino hasta mí para besarme. Me sonrojé completamente: su madre seguía allí.

- Tranquila mujer, si ya sabía que vosotros dos terminaríais juntos.-comentó ella y después, nos dejó solos.

- Pensé que ya nos habíamos despedido anoche.-dijo abrazándome por la cintura. Me encogí de hombros y saqué un pequeño paquete detrás de mí.

- Tenía que pasar a darte tu regalo de Navidad y a felicitarte.-sonreí dándoselo.

- Con lo de ayer era más que suficiente, Des.

- No seas pesado y ábrelo a ver si te gusta.-le pedí. Abrió el regalo: era una camiseta que le había gustado días atrás y decidí comprársela.

- ¿Cómo no me va a gustar si te dije el otro día que me encantaba? –reí y besó mis labios cortamente.- Espera un minuto aquí.-desapareció de mi vista y volvió un par de minutos después con algo entre las manos.- Cierra los ojos.

Narra Zayn.

- Arriba, dormilón.-Esa era la pequeña de la casa. Seguro. Abrí los ojos y…¡Bingo! Ahí tenía a Safaa, subida encima de mí, intentando hacer que me levantara de la cama.

- ¿Qué quieres? –pregunté de mala gana. Odiaba que me despertaran.

- ¿No te acuerdas? –dijo.- ¡Nos vamos a Bradford! –Mierda. Mierda. Es verdad. Ibamos a pasar la cena de nochebuena y el día de Navidad con toda la familia allí. Me levanté prácticamente de un brinco de la cama y fui directo a la ducha, que por suerte no estaba ocupada por ninguna de mis hermanas.

Make You Feel Like The First TimeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora