Libre - Steve Rogers

3. Soy Ana

- Aquí es donde te quedaras – abrí la puerta de la dirección que Nick me había mandado al celular – No es muy grande – ingrese a el departamento – Pero servirá para que pases la noche – aquel hombre dejo sus maletas a un lado del sillón, porque aunque yo las iba a tomar, el insistió en hacerlo y solo acepte que lo hiciera, lo que menos quería era estar aquí – Tiene esta pequeña sala – señale – No hay una mesa como tal, pero puedes comer aquí – la pequeña sala de apenas dos sillones tenía una mesa en el centro donde podría colocar su plato y bebida – La cocina está bien equipada y S.H.I.E.L.D. ya se encargó de que tu despensa este llena, al igual que el refrigerador – abrí el electrodoméstico donde efectivamente se encontraba lleno – No tendrás que preocuparte por ello en un largo tiempo. Sígueme – comencé a avanzar hacia las demás puertas – El baño – abrí mostrando el acogedor lugar – Toallas limpias y todo lo que necesitas para higiene. Por acá tu habitación – abrí la puerta frente a nosotros – La cama tiene lo indispensable, aquí – abrí el pequeño closet – Hay un par de cobijas y puedes colocar tu ropa como más desees. Y por último el cuarto de lavado – la última puerta – Lavadora y secadora – señale los aparatos correspondientes – Jabón y todas las demás cosas que necesitas – sonreí y cerré la puerta – Toma esto – saque el celular de una de sus maletas – Lo prendes de aquí y si necesitas algo solo oprime el numero 2 por tres segundos y llamara automáticamente a S.H.I.E.L.D. No lo hagas al número 1, solo al número 2.

- ¿Por qué no al 1? – cuestiono sin entender.

- Porque te enlazara automáticamente la llamada a mi celular – respondí – Solo marca si necesitas algo – se lo entregue en la mano – Adiós – me di la media vuelta tomando el picaporte de la puerta para poder irme de ahí.

- Gracias – menciono a mis espaldas – Gracias por traerme hasta acá – cerré mis ojos y me gire a mirarlo.

- No hay porque – respondí con una sonrisa fingida – Debo irme – señale la puerta tras de mí.

- Soy Steve, por cierto – extendió su mano hacia mí – Steve Rogers – avance un paso hacia él y estreche su mano en un saludo, abrí la boca para presentarme, pero el interrumpió - ¿Maggie, cierto? – sonreí ante eso y negué.

- No – negué soltando nuestras manos – Ana, Ana Beckinsale. Lo de Maggie fue...

- Inventado – nuevamente menciono antes que yo. Asentí – Lo entiendo. Fue un placer conocerte.

- Si – fue lo único inteligente que salió de mi cabeza.

Aquel chico se quedó mirando el aparato en su mano con confusión y muy cuidadosamente, a pesar de mi comportamiento tan mierda y todas las cosas que dije, a él le causaba un "placer conocerme" tal vez solo fue amabilidad de su parte, pero en mis circunstancias todo hubiera sido muy diferente. Tal vez solo había sido como dije, amabilidad, pero esa idea se borró de mi mente cuando sus palabras parecían sinceras. Soltando un suspiro, tome la decisión de hacer lo correcto.

- Es un celular – le informe ganándome su mirada – Es cómo un teléfono, pero este no necesita estar conectado a nada, puedes llamar a cualquier persona desde donde estés – asintió dando un nuevo vistazo a el aparato.

- ¿No tenías que irte ya? – cuestiono, pero no de forma grosera, si no, de forma preocupada – No quiero que por mi culpa...

- Descuida – le reste importancia – No tenía nada importante que hacer. Toma asiento, te enseñare un poco de cómo funciona.

***

Los días pasaban y tenía que dividir mi tiempo en más cosas, la universidad era un peso menos de encima o bueno, solo tenía que ir a unas materias, las demás estaba exenta. En S.H.I.E.L.D. solo presento los reportes de cómo voy con Steve, cuando no traigo ganas de ir, los envíos por correo a Maria, pero Nick prefiere verme en persona.