Libre - Steve Rogers

23. Como Adolescente Enamorada.

Estacione el jet en el lugar exacto que lo había tomado, había llegado a tiempo, de hecho, lo habíamos hecho unos minutos antes, para ser exactos 20 minutos. Steve y yo bajamos del jet, ambos estábamos un poco serios y no era por una mala relación, sino más bien por la última parte de la cita.

- Buscare a Maria para darle las llaves de la nave – le mencione a Steve mirándolo a mis espaldas.

- ¿Te acompaño? – pregunto, aunque más bien afirmo.

- Si quieres – me encogí de hombros – Disculpa – llamé a un agente que pasaba por el pasillo - ¿Dónde está la agente Hill?

- En la oficina del director Fury – contesto – La llamo hace unos minutos – asentí.

- Gracias – aquel joven asintió y desapareció de nuestras vistas - ¿Me esperas en el comedor? – le pregunte a Steve – Por favor. Si Nick llega a preguntarme sobre que...

- Claro – asintió interrumpiendo, él sabía de lo que hablaba – Te veo ahí.

Camine por el pasillo que llevaba a la oficina de Fury, esperaba y no cuestionara nada y no se haya percatado de nuestra ausencia. Para poder llegar a su oficina tenía que atravesar el ventanal de cristal transparente. Por lo tanto, sí, los ojos de Nick se posaron en mi al verme pasar frente a él. Toque el cristal de la puerta esperando su autorización. Nick movió sus dedos dándome entrada a su oficina.

- Buenas noches – salude a los dos presentes en la oficia – Maria ¿Me permites un momento?

- Por supuesto – ella asintió y se disculpó con Nick para salir a donde me encontraba – Llegaste temprano – comento cerrando la puerta a nuestras espaldas – No te esperaba sino a la hora adecuada – le entregue las llaves tomando ambas manos como si fuera una señal de apoyo.

- Lo sé – sonreí moviendo sus manos un poco de arriba abajo – Lo lamento. Gracias por el favor.

- No hay de que – llevo la mano a su bolsa del pantalón guardando la llave en aquel lugar.

- Gracias, Nick – agradecí con una sonrisa sincera a nuestro jefe – Que pasen buena noche, permiso.

- Agente – llamo antes de que me marchara. Cerré mis ojos respirando profundo y miré al hombre del parche al rostro - ¿Donde se encontraba hace una hora? – mire a Nick de manera un poco asustada – Te llame y no respondiste. Rogers tampoco apareció – mi sangre bajo por completo de mi cuerpo – Convoqué a una pequeña junta Stark, Romanoff y Barton fueron los únicos que se presentaron. No te encontré por ningún lado...

- Lo siento. Fui a casa a ver a mi familia – mentí – Quería asegurarme que estuvieran bien – Maria y yo nos dimos una mirada rápida – Tomé mi equipo y salí. Perdón por no avisarte, pero estaba preocupada.

- Esta bien – asintió – Pase buena noche, agente – solo sonreí moviendo mi cabeza de arriba abajo y desapareciendo rápidamente de la vista del moreno.

Con mi corazón latiendo de forma rápida, camine a paso veloz, casi me encontraba corriendo por los pasillos, quería desaparecer de aquel lugar lo más rápido posible.

- ¿Qué paso? – cuestiono Steve – Parece que viste un fantasma.

- No estoy muy segura, pero al parecer Nick nos descubrió – comente recordando una vez más lo que había dicho Fury – Espero y solo sean especulaciones mías.

- Bueno, eso lo descubriremos después – aclaro – Y si es así. Deberemos atenernos a las consecuencias – hice trompetillas rodando los ojos – Vamos, debemos ir a descansar – palmeo mi espalda obligándome a caminar.