Capítulo 15
—Nos van a descubrir— susurró de nuevo aún más asustado. La puerta se abría y nada podía garantizar que Jude pudiera desaparecer en menor de tres segundos.
—¿Y?— él no veía el mínimo problema con que su padre los viera juntos. En realidad, eso facilitaba un poco más las cosas para ambos, porque así tendría que olvidarse de las presentaciones formales. Aunque estaba claro que no era el mejor momento para eso, por lo que optó por desaparecer.
—Me vas a hacer trocitos. ¡Vete ya!— Mike empujó a Jude por el pecho y éste último cedió ante su ridícula fuerza. Antes de que la puerta terminara de abrirse por completo, fue más rápido y se metió al baño, que estaba justo a un lado de él medio abierto.
—¿Qué haces despierto tan tarde?— preguntó su padre. Llevaba el cabello despeinado, algunas lagañas en los ojos y saliva seca en la boca. Se veía realmente espantoso. Mike frunció el ceño, ¿Cómo era posible que en tan sólo dos horas su padre pudiera conseguir esa imagen?
—Apenas son las doce, papá— acomodó su cabello para disimular su tez pálida y la histeria que le invadía el cuerpo.
—¿No tienes escuela mañana?— preguntó una vez más extrañado por el comportamiento de su hijo, quien no solía acostarse a esas horas en tiempos de escuela.
—Sí, las tengo, papá. Apenas es lunes, bueno...ya es martes— miró el reloj de aguja que tenía colgado en la pared, sobre el marco de la puerta del retrete.
—¿Qué te pasa? Parece que hubieses visto un fantasma.
—Nada, estaba a punto de ir a la cama y me asustaste. Es todo— se removió en su lugar.
Jude estaba tras la puerta escuchando toda la conversación. Le llegaron ganas de ir al baño, pero si iba, entonces se delataría a sí mismo, por lo que cruzó las piernas y se dispuso a aguantar un poco más.
—Te ves extraño. ¿Qué estabas haciendo?— las gotas de sudor le recorrieron la nuca.
—Me siento un poco mal. Creo que me voy a enfermar. Por la lluvia y todo eso— tosió un par de veces y se abrazó a sí mismo para fingir frío—. Sólo estaba...bueno, duchándome y preparando las cosas para la escuela— bostezó para hacerlo más real y estiró los brazos. Su padre se relajó al instante y dejó de sospechar. Quizá sólo era parte de su imaginación, su hijo era un buen muchacho.
—Está bien. Vete a la cama ya— Mike asintió con la cabeza y caminó a la cama para sentarse en la orilla. Albert no esperó a que su hijo se metiera bajo las sábanas para cerrar la puerta de su cuarto y apagar la luz del pasillo de nuevo. Sus pesados pasos se alejaron poco a poco hasta desaparecer por completo. Mike incluso podía jurar que había escuchado la cama de sus padres rechinar cuando Albert se recostó.
Michael suspiró aliviado. Miró la puerta del baño esperando a que Jude saliera, pero no sucedió nada. Prestó atención.
—¿Jude?— susurró para ver si le contestaba. Temía que su padre lo escuchara hablar de nuevo y se levantara.
—¿Jude?— volvió a llamarlo cuando no recibió respuesta. Quería que se marchara para poder acostarse. Podrían hablar otro día con más calma. Después de todo, él sentía que ya habían arreglado las cosas entre los dos y volvía a tener posibilidades de tener una relación seria con Jude. Por alguna extraña razón se sentía emocionado al saber eso.
Apretó los labios. ¿Qué está haciendo? Se levantó y caminó hacia la puerta. Tocó un par de veces pero nadie contestó. ¿Y si se desmayó? Pensó preocupado para sí. Respiró profundo y tomó el pomo para girarlo y abrir, pero Jude fue más rápido y ya estaba afuera, a tres milímetros de distancia de Michael.
—Hola— susurró. Sintió cómo su pecho se pegó con la barbilla del pequeño y le sonrió.
—Lo siento, creo que ahora sí deberías irte— la idea de marcharse no le gustó. Torció los labios y puso los ojos en blanco. Sabía que no tenía otra opción, pero se arriesgó.
—Quiero quedarme. Déjame quedarme— sonó más como una súplica, por lo que Mike no se alarmó.
—No puedo dejar que te quedes. Sería muy arriesgado. Mi padre, mi madre, mi hermana. ¿Y si nos ven? Definitivamente no— negó con la cabeza varias veces horrorizado ante la escena que cruzó por su cabeza de ser descubiertos.
—Entonces ven tú conmigo— lo tomó por las caderas y lo pegó a él.
—Jude, soy virgen y pienso mantenerlo así un tiempo más. No te apresures, dame tiempo— el coach frunció el ceño. Cree que quiero cogérmelo...bueno, tiene razón, pero no ahorita. Aunque ya hizo que me pusiera a pensar en eso...tranquilo.
—¿Virgen? Pero si yo no estaba...espera, ¿Quieres decir que estás dispuesto a entregarte a mí?— fue el turno de Michael para fruncir el ceño.
—Pues...sí. Me gustas, ¿Eso es suficiente?— miles de preguntas se formaron en la cabeza de Jude. Él ciertamente, era cualquier promiscuo que podía acostarse con quien le viniera en gana a la hora que fuera, como fuera y donde fuera. Pero no imaginaba a Michael, al pequeño Mike haciendo esa clase de cosas. No encontraba la manera de decirle que primero tenía que enamorarse para poder entregarse a alguien, sin hacerlo sentir mal. No sentía que fuera el correcto para hacerle eso a esa criatura. Quitarle la virginidad de los labios ya consideraba que había sido un acto muy cruel, pero se reconfortaba porque, en realidad, no estaba jugando, por lo que eso lo hacía sentir sólo un poco mejor. Aunque tener sexo era otro nivel, algo demasiado serio.
—A veces necesitas aferrarte a los sentimientos para eso, pequeño Mike.
—¿Hablas de enamorarme?
—Sí, hablo del amor.
—¿Tu primera vez fue con amor?— preguntó curioso y miró los ojos de Jude. Esos hermosos ojos que cada vez que los veía, algo se hacía bolita en su estómago.
—No, no fue con amor.
—¿Y por qué la mía tiene que ser con amor?— Michael no creí que él fuera capaz de enamorarse de alguien, lo que no sabía, es que ya estaba enamorado, porque deseaba que llegara ese momento tanto o más que otras fechas en su vida.
—Porque tú eres bueno y yo no, por eso, pequeño Mike— lo tomó por las mejillas y terminó de darle el beso que interrumpió Albert minutos atrás.
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Michael y Jude
Teen FictionMichael es un chico tímido. Jude es un jugador de futbol americano que se muda a Los Ángeles con su familia. Sus caminos se cruzan y es allí donde comienza todo.