Capítulo 24
Esta vez, las lágrimas cambiaron de lugar. Ahora escurrían como cascadas por el rostro tierno de Mike. Él estaba ilusionado con Jude. Él de verdad quería intentar algo diferente. Ser normal y llevar una relación amorosa con alguien más. Se dio cuenta que, a pesar de tratar, sí importaba algo, la otra persona también debía querer que nada importara. Jude, después de todos los pasos que dio, no era esa clase de personas honestas. No deseaba seriedad con un chico como Mike.
El pequeño detuvo toda su esperanza a mitad de camino y retrocedió dos pasos. Sus pupilas de dislocaron de su lugar, para vagar por allí sin rumbo fijo. No daba crédito a las cuatro sencillas palabras que acababa de escuchar. Era como si hubiesen entrado por un oído y salid por el otro. No estaba dispuesto a aceptar algo así. Había llegado de pronto, y su sangre se le fue hasta los pies, como cuando el agua de la regadera no logra calentarse y te rindes ante las gélidas gotas de la ducha. Nunca antes se había sentido de esa manera. Fue incapaz de decir algo. Tal vez, era porque no tenía ningún argumento válido para defender el repentino rechazo de su "pretendiente". Así como así, se rindió. Ya sabía que no valí la pena seguir luchando por algo que a la larga iba a derrumbarse como castillos de naipes. Un solo aire habría bastado en el futuro para derrocar los falsos cimientos de una relación forzada, construida por ilusiones de un niño inexperto y de un hombre cansado de niñerías absurdas.
Mike abrió la boca para protestar, decir algo, lo que sea, sólo con el fin de defender su orgullo, de hacer algo. En ese momento, se le pasó por la mente que podría ser una broma, una insignificante broma, pero dolía mucho como para tener ganas de reírse. Con el torso de su brazo quitó las banas lágrimas y sorbió su nariz con fuerza. Miró hacia el suelo. De pronto, pasó de la tristeza a la rabia. Quizá eso sería lo mejor para los dos. Quizá solamente así, podría convertirse en un hombre valiente y fuerte antes las adversidades. Eso solo era una relación sin principio ni fin. No valía nada, no tenía razón suficiente como para llorar, para sentirse devastado o para olvidarse del amor. Empuñó sus manos haciendo que el filo de sus recortadas uñas hirieran su fina palma. Arrugó la frente con todo el coraje del mundo hasta que no pudo retener más esa furia y la bofetada que estaba guardando, se estrelló contra la cara afligida de Jude, quien no reaccionó ante tal acto violento bien merecido.
Nuevamente, intentó decir algo. Reclamar el derecho de sus palabras dignas, pero la mandíbula le temblaba y la lengua se le hizo un nudo. Un montón de pensamientos cruzaron por su cabeza como un montón de fotones, pero ni uno de ellos pudo manifestarse abiertamente. Ambos se quedaron allí, parados frente a frente. Mike matando a Jude con la mirada y éste último con la cara volteada y la mejilla ardiendo. El tórax de Jude se infló cuando tomó aire profundo y lo exhaló por la boca.
—Porque te estaba usando— dijo por fin después de una larga tempestad silenciosa—. Porque te estaba usando y hasta ahora no me había dado cuenta— tragó saliva y volvió sus ojos arrepentidos hacia los ojos abarrotados en cólera de Mike.
—No tenía que decírtelo— continuó—, pero lo hice porque creo que te mereces algo más que una simple mentira. Y porque aún tengo miedo de que yo no sea el indicado para todo esto. Estoy seguro de que no lo soy, pero eso debes decidirlo tú. Ya ves que te puedo lastimar muy fácil, pero si tú quieres darme otra oportunidad, entonces haré todo lo que esté a mi alcance para remediarlo— terminó de explicarse.
Otra vez, no sería un buen día para Mike. Lo que parecía ser algo bueno, convirtió siendo una decepción sin pies ni cabeza.
—No ahora, idiota. Lo arruinaste todo— empujó al grandulón por el pecho haciéndose camino entre la gente. Pero en esa ocasión, Jude no dejaría que el tiempo arreglara la situación. Así que dio media vuelta y comenzó a perseguirlo por la calle. Para él, fue más difícil hacer a la gente a un lado para poder moverse más rápido. Era más alto, lo que le facilitaba ver la cabeza de Mike, pero también era más grueso, por lo que sus hombros chocaban por todas partes, aún si pasaba de lado entre los estrechos campos que dejaba el gentío.
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Michael y Jude
Teen FictionMichael es un chico tímido. Jude es un jugador de futbol americano que se muda a Los Ángeles con su familia. Sus caminos se cruzan y es allí donde comienza todo.