Temblando

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*Este capítulo lo ha inspirado la canción temblando de Antonio Orozco
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"Hoy se que mi vida te esperaba y ya me ves, ya ves, poco a poco lo diré. Que hace tiempo que el reloj no se paraba, que las risas no callaban, que no entraba tanta luz. Hace tiempo que creía que no podía ser"

La poca luz que era capaz de entrar hasta mis aposentos, en las mazmorras, se filtraba por la ventana y hacía que su cabello rojizo resplandeciera. Ella tenía la cabeza apoyada en mi pecho, habíamos dormido toda la noche abrazados y no quería moverme para no despertarla.

Aquella chica me quería, tanto como yo a ella y no iba a dejar que nada nos separara. Ni los planes de Dumbledore, ni la guerra, ni el regreso de Voldemort, nada, nada me iba a separar de ella mientras me quisiera a su lado, como si querían aparecer docenas de Lords Oscuros.

Mi brazo izquierdo rodeaba la cintura de Eridan y yo la tenía bien abrazada a mi cuerpo, era tan cálida, era tan distinto despertar acompañado de alguien como ella. No es que no haya tenido más mujeres en mi cama,soy un hombre muy estresado y aveces necesito un desahogo por lo que las ha habido, bastantes por cierto, pero nunca una como ella, nunca una a la que no dejaría marchar. Era feliz, definitivamente hoy después de tantos años tenía algo por lo que vivir y esta pelirroja que decía quererme me había devuelto la vida porque aunque seguía respirando, por dentro estaba bien muerto hasta que esta muñeca, que con gran seguridad tendría graves problemas de vista heredados de su padre progenitor decidió aparecer y robarme el corazón.

Muy despacio, con la mano derecha, acerque un mechón de su pelo a mi rostro y lo oli, aquel olor a canela me hizo sonreir. ¿Como iba a mantener mi fachada de profesor frío e imperturbable ahora que era tan feliz?

-Severus...-Oí que susurraba muy bajito con su dulce voz.

-¿Si?-Contesté fingiendo recién despertado, cuando la verdad es que llevaba horas disfrutando de aquella primera mañana juntos.

-Feliz navidad - me dijo y luego levantó el rostro hacia mí entregandome el primer regalo de navidad, una preciosa sonrisa. Un momento... regalo... no tengo un regalo para ella...

-Feliz navidad cariño - le besé la frente mientras mis neuronas trabajan a toda velocidad.

"Estoy temblando de pensar que ya te tengo aqui a mi lado y prometo no soltarte de la mano"

Mientras me vestía no paraba de escuchar el agua y no podía evitar imaginar su cuerpo mojado en mi enorme bañera, en esa que cabíamos los dos de sobras, en esa en la que minutos antes ella me había propuesto que nos bañaramos juntos y a regañadientes yo le había dicho que no, no tendría voluntad suficiente para no hacerle el amor esta segunda vez, tenía que relajarme antes de volver a tener intimidad con ella, si no lo acabaría mandando todo al diablo y la poseería a pesar de saber que algun dia ella me reprocharia el haberme aprovechado de su juventud y sus hormonas todavía adolescentes, para enlazarla a mi. Y eso no podía pasar, el dia que fuera mia debía estar segura de lo que quería. Aunque en el fondo tenía un miedo terrible a que se diera cuenta de que prefería a otro para que fuera su compañero, cuando eso me pasaba por la cabeza juro que deseaba seducirla y hacerle el amor para que nadie pudiera arrebatarmela nunca.

- Un momento -dijo ella al salir del baño cubierta solo con un toalla- Pero si estas guapo-me miró de arriba a abajo - ropa muggle...

- No se como tomarme eso - contesté fingiendo molestia mientras acababa de abrochar el cinturón -¿Te gusta? - Llevaba una camisa verde oscuro, vaqueros negros y un elegante cinturón también negro.

Loco por EridanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora