La doncella del dragón

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-¿Donde estaba?- susurraba Albus mientras buscaba algo en la estantería - creo que lo puse por aquí... este es - dijo,con la misma expresión de un niño cuando hace una travesura, mientras sacaba un libro con numerosos dibujos en la tapa "Cuentos infantiles de hoy y de siempre"

-¿Un libro de cuentos para niños muggles, eso buscaba?- Preguntó Harry sorprendido.

- Si - Sonrío el director - Los cuentos muggles son en ocasiones la mejor manera de saber que pasaba en la antigua sociedad mágica-se sentó tras su escritorio y abrió el libro-Y en este caso.... ¡Si este es! -dijo emocionado - La leyenda de San Jorge. Los muggles escribieron muchas historias como esta, en las que una bella doncella era entrada a un dragón para que la devorara a cambio de no causar más destrozos en el reino.

-Salvajes -dijo Karkarov con desprecio.

-Aunque les cueste creerlo - continuó el director - esto tiene una explicación mágica. Era una práctica muy extendida entre las antiguas familias sangre pura.

- ¡No puede ser! - Exclamó Weasley mirando al director de Durmstrang incrédulo - ¡ Usted es el salvaje! - Gritó mientras se le acercaba rápidamente y le apretaba el cuello con su varita -¡Eso es alta traición, ella pudo morir!

- Tranquilo chico - dijo Dumbledore con voz pausada - tengo la ligera impresión de que el no save nada.

- Pero eso es imposible director - continuo el chico sin apartar la varita del cuello del húngaro - para convertirse en doncella del dragón tuvo que ser entregada siendo muy pequeña.

-¿De qué están hablando?-preguntó el aludido-yo nunca dejaria que un dragón la devorara. Ella es mi hija estupido.

-Eso es discutible, pero la prioridad en este momento es lo que le sucede a Eridan- Dije indignado.

- ¿Ella puede morir? - Preguntó Potter impaciente.

- Aparta esa varita Charlie - pidió el director y el chico obedeció a regañadientes.- Ella no va a morir, al menos ya no.

-Como Charlie nos dijo, Eridan se ha convertido en una doncella del dragón.

-¿Y eso que es?-interrumpió Potter.

-A eso iba - contestó el viejo- En la antigüedad una familia sangre pura podía entregar a su hija a un dragón. Este podía aceptarla o no, si no la aceptaba la devoraba sin piedad, pero si la aceptaba-tomó aire y pude volver a ver aquel brillo en los ojos-ella se unía al dragón convirtiéndose en su doncella. Había una única manera de hacer eso: la elegida debía ser entregada antes de cumplir los cinco años. El dragón se la llevaba y la única manera de saber si había funcionado era esperar tres días y tres noches en las cuales si su potencial mágico era lo suficientemente poderoso el dragón debe fragmentar su alma, si no la niña moría. Al cabo de esos tres días devolvía a la niña al lugar donde se la habían entregado. Si esa niña no volvía, qué era lo que sucedía en la mayoría de los casos, la familia había perdido la oportunidad hasta la siguiente generación ya que la ley sólo permitía intentarlo una vez por generación. Pero ahí no había acabado todo. Cuando esa niña era adolescente y ya había dejado de crecer, la familia debía entregarla de nuevo al dragón esto ya no era algo voluntario porque si no lo hacían así el propio dragón se encargaría de buscarla tenían un máximo de quince años para hacerlo. Pero ahí había otro riesgo y era que si la chica había conocido varón el animal la devoraría, ya que al tener el alma fragmentada una parte de esta se iría con el primer hombre al que se entregará. El dragón es un animal orgulloso y nunca estaría dispuesto a entregar menos de lo que va a recibir, él le entregaría a su doncella la mitad de su alma si ella ya había entregado parte de ésta, el no podía recibir lo mismo, por eso el animal mataría a la chica y no la convertiría en su doncella.

Loco por EridanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora