Loco por Eridan

Planes dudosos

* No me gusta mucho este capítulo, es algo raro pero no se me ocurría otra manera de enlazarlo todo. Prometo que el siguiente será mucho más largo

- Bien - le dije a Petunia mientras apuntaba con mi varita la garganta de el mastodonte que tenía como hijo - ahora que he conseguido captar tu atención, querida tia, solo espero que este verano sea tranquilo y agradable para mi hermano.

- Pero... pero... tu...- Intentaba hablar la mujer - eres igual que...

- A si - sonreí - no me he presentado, que grosería por mi parte - Soy Eridan Potter, hija primogénita de Lily y James Potter, dada por muerta al nacer pero como puedes ver mi salud es inmejorable...

- ¿Podrias...? Por favor haré lo que me pidas pero no le hagas daño a mi pequeño...

- Siéntate ahí y no te muevas - empujé a mi primo en dirección al sofá - bien... quería pedirle amablemente, tía Petunia, que me acogieran en su casa este verano - vi como intentaba disimular la molestia - pero me surgió algo y... no puedo permitirme quedarme... aun así - vi como Sirius se plantaba ante el unigénito de la familia y le mostraba los dientes evitando que se moviera del lugar - preferiría que mi perrito acompañará a Harry.

- Eso no va a ser posible - protestó el marido obeso de Perunia - tengo bastante con mantener a este...

- Tenga cuidado con lo que va a decir, querido tio, - le sonreí falsamente - no quiero pensar que acoger a mi hermano menor les supone molestia alguna... recuerde que yo si soy mayor de edad y mi magia no está en absoluto restringida - se quedó blanco - aun así, pienso costear generosamente su manutención y espero mi dinero se invierta en su bienestar.

- Pero él chucho...

- Es una condición incuestionable, sin perro no hay dinero

- Bien... - aceptó el hombre - pero más vale que su oferta sea generosa o...

- Espero que los dos sean tratados como deben... y no tenga que volver a hacerles una visita o la próxima vez no seré tan cordial...- me dirigí a la puerta y justo antes de abrir me giré y miré a Harry con dulzura - Cualquier cosa que te moleste escríbeme y lo solucionaremos ¿Entendido hermanito?- el asintió y yo salí por la puerta, ahora había algo importante que debía hacer...

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- Bien señorita Karkarov, usted dirá, - me dijo el rubio, con presencia aristocrática, mientras comía su postre elegantemente.

- Supongo que el hecho de que no pudiera ser recibida en su hogar indica que el se hospeda allí - me metí una cucharada de creme burlee en la boca y lo miré a los ojos con intensidad - o como minimo les visita amenudo.

- Al grano Eridan ¿Que esperas de mi?

- Bien - sonreí - veo que volvemos a tutearnos...- quiero que propicies un encuentro en el que sea él el que se fije en mi y no al contrario.

-¿Y como esperas que haga eso?Te quiere muerta,Eridan, y en cuanto sepa quien eres...

- Pero nadie va a contarle quien soy ¿Cierto? - pregunté - darás una fiesta y yo voy a deslumbrarlo con mis innumerables encantos - añadí sarcástica.

- A el no le interesa nadie de ese modo, no tiene impulsos sexuales, ni siente atracción de ningún tipo.

-Eso no es cierto...el poder le atrae ... yo dejaré que mi magia fluya y se fijará en mi. Prepara esa fiesta... yo me encargo de eso.