Capítulo 10.
Me tapé los pechos con mis manos.-¿Cómo entraste?
-¿Por qué te tapas? Si ya te las vi.
-¡Te hice una pregunta Ho Seok!
-Tendrías que haber contado bien cuando nos obligaste a salir de tu casa.-Sonrió.-Porque yo llevo media hora escondido en una habitación.
-Pues sal de mi casa antes de que llame a la policía.
-Sabes que no quieres llamar a nadie.-Se quitó la camisa e intentó acercarse.
-Aléjate de mi.
Sonrió con delicadeza. Con lentitud agarra mis manos para dejarlas a cada lado de mi cuerpo, visualizando mis pechos. Dio un paso hacia mí. Sujetó mi cintura haciendo que arqueara mi espalda. Puse mis manos en su pecho. Acercó su cara a la mía, para darme un suave beso.
-J-Hope... Sabes que nunca lo he echo con nadie.
-Tranquila.-Con cuidado quitó mis braguitas haciéndolas caer al suelo.-Por esta vez lo haré con delicadeza.
Juntó sus labios con los míos. Movía sus dos manos por toda mi espalda. Dejé mis manos detrás de su cuello. Me empujó suavemente hasta estar tumbados sobre el suelo. Se quitó los pantalones, quedándose en calzoncillos. Se colocó entre mis piernas haciendo presión con su virilidad a mi vagina. Deslizó su mano por todo mi vientre hasta llegar a mi clítorix.
-J-Hope...-Murmuré.
Tenía su otro brazo al lado de mi cabeza.-Más alto.
-Araibi está durmiendo...
Miró hacia la puerta del baño. La empujó con su pierna para cerrarla.-He dicho que más alto.
-J-Hope.-Arqueé mi espalda.
Se acercó a mis labios para hundir su lengua dentro de mi boca. No podía parar de retorcerme y gemir en su boca. Deslizó su lengua desde mi cuello hasta alrededor de mis pechos. Siguió bajando, hasta llegar a la altura de mi vagina. Mordió uno de mis muslos con suavidad. Apoyé mis dos codos para mirarle. Me sonrió, y sin dejar de tener sus ojos llenos de placer sobre mí, hundió su lengua en mi clítorix. Cerré los ojos con brusquedad. Pequeñas descargas recorrían todo mi cuerpo.
Me estaba volviendo loca. Su lengua se movía con rapidez. De arriba a abajo y succionando mi clítorix. Empezaba a hiperventilar. Mordí mi labio inferior y empecé a gemir más alto.
-¡J-Hope!
-Di que te gusta, nena.-Me miró unos segundos. Aferró sus manos en mi cintura y hundió su lengua todo lo que pudo.
-¡¡Me vengo..!!-No podía dejar de moverme.
-Correte para mí.-Introdujo un dedo dentro de mi, sacándolo y metiéndolo con bastante delicadeza. Cerré mis puños con fuerza. Introdujo un segundo dedo y esta vez lo hacía más rápido.
Gemí con brusquedad al sentir una gran oleada de placer por todo mi cuerpo. Pasó una última vez su lengua por mi intimidad y subió a la altura de mis labios. Los dedos que antes estaban dentro de mi, los chupó y me miró con pudor.
-Sabes bastante rico.-Volvió a ponerse entre mis piernas aún con el bóxer puesto. Gruñí.-No hagas eso.
Se movió sobre mi.-No me tortures.
-Me encanta torturarte.-Se mordió el labio.-Quiero que me digas algo.
-¿El qué?
-Quiero que me digas que te folle.