Pesadilla.

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Capítulo 34.

Me aburría. Era tarde, había llegado de casa de Araibi hacía dos horas porque mis padres me habían llamado para ir al cine con ellos. Y ahora, ellos dormían mientras to estaba sentada delante de la ventana viendo como las gotas de las lluvias caían. Con una mano daba toques en la mesa. De vez en cuando veía las notificaciones de mi IPhone, pero ni JungKook estaba despierto.

Escuché un ruido que venía de afuera. Una moto se estaciona delante de mi casa. ¿Una gilipollez y ahora cada vez que llueve vienes a mi casa? ¿No duermes por las noches o qué? Sonreí con entusiasmo. Me quejo y en verdad me encanta que haga esto.

El teléfono empieza a sonar. Descuelgo la llamada.—Al final te gustó y todo lo de la lluvia, Ho Seok.

—Cállate y sal, imbécil. —Se rió.—Ah y...

—¿No cogas paraguas?—Le interrumpí.

—Exacto. Te espero fuera, nena.

Dejé mi móvil en mi habitación. Cogí una chaqueta, me puse los zapatos y salí de allí. Me lanzó el casco. Le di un beso antes de ponérmelo y subir a la moto. Le rodeé con mis brazos y apoyé mi cabeza en su espalda.

—¿Preparada?

—Siempre lo estoy.

Dio una vuelta por la ciudad. Me da miedo tenerte tanto tiempo para . Paró en un descampado. Miró a ambos lados antes de bajar.

—Hazte para delante.

—¿Para qué? —Me quité el casco y lo puse en el suelo. El hizo lo mismo.

Me empujó suavemente hacia delante para sentarse detrás de mi. Agarró mi cintura y me atrajo a él. Puso mis manos en los manillares y colocó las suyas encima.

—Vas a conducir tú.

—Ho Seok, no puedo...

—¿Tienes miedo?—Preguntó.

—No.—Tragué saliva.—Siento la presión de tu...

—Lo sé.—Apoyó su barbilla en mi hombro y se juntó más a mí.

—Ho Seok es incómodo sentir tu pene en mi culo.

—Puedes vivir con ello.—Aceleró un poco dándome un susto. Volvió a parar.—Se que puedes hacerlo.

—¿Hablas de follar o de conducir?—Susurré.

—Conducir, idiota.—Soltó una pequeña risa. Besó mi mejilla.

Aceleré un poco mientras el movía sus manos hacia la izquierda y la derecha del lugar.

—¿Qué haces mañana?—Preguntó.

—Quedé con V.

—¿En dónde?

—En su casa.—Al escucharme contestar, paro en en seco.—J-Hope, ten más cuidado.

—¿Cómo que a su casa? ¿Te lo vas a follar?

—Supongo.—Encogí los hombros.

—Y yo llevándote en moto.—Murmuró.

—No lo entiendo.—Giré mi cabeza hacia él.—¿Estás celoso?

—No es que...—Suspiró.—No sé porque sueltas eso así por la cara.

—Tú preguntaste.

—Ponte detrás de mí, te llevo a tu casa.

Hice lo que pedía, me puse el casco.—¿Te enfadaste?

—Déjame.

—Lévame a casa de Taehyung.

—¿Encima me retas?

—No te reto. Sólo llévame a su casa.

Aceleró. Quizás demasiado rápido. Odio pelearme con él pero pasaba de decirle nada. Al bajarme le tiré el casco y el se fue nada más cogerlo del suelo. Toqué el timbre muchas veces hasta que Taehyung salió.

—¿_____?—habló con dificultad. Miró a la calle.—¿El que se va en la moto no es Ho Seok?—Asentí.—¿Discutieron?

—No quiero hablar de ello.—Me crucé de brazos.—¿Puedo dormir contigo?

—Claro.—Cerró la puerta. Tocó mis brazos.—Estás empapada, coge un pijama mío.

—¿Estabas durmiendo?

—¿Qué pretendes que haga a las cuatro de la mañana?—Bostezó. Me dejó un pijama y se dio la vuelta.—Avísame cuando te vistas.

—Como si no me hubieras visto en ropa interior.

—Es verdad.—Suspiró.—Es el sueño.—Se acostó en la cama y se paso las mantas por encima mientras me miraba.

Me cambié de ropa y me acosté a su lado. Se acercó a mi y me abrazó.—Gracias por dejar que duerma aquí.

—De nada.—Besó mi mejilla.—Buenas noches.

—Buenas noches.—Cerré los ojos.

Al rato me había quedado dormida pero el timbre sonó en toda la casa. Bajé los escalones y abrí la puerta.

—¿Ho Seok?

—Dímelo.—Habló.

—¿El qué?

—Que lo digas.

—Ho Seok hablamos mañana, estaba durmiendo.

Sujetó mi brazo.—No hasta que no lo digas.

—¡Vale joder!—Grité.—¡Te quiero tío, te quiero! ¿Contento?—El empezó a reír.—¿Qué tiene de gracia decir te quiero?

—Que pena que yo a ti no te quiera.—Acarició mi cara.—Siempre has sabido que eres nada más que un polvo.

—¿Y para qué querías que dijera te quiero?

—Me hace gracia como acabáis todas enamoradas.—Sonrió con maldad.—Mientras yo me sigo follando a tus amigas, o quizás enemigas.

—¿Lerián?

Encogió los hombros y se dio la vuelta para caminar hasta la acera. Allí estaba Lerián. Le da un beso en los labios y se montan en el coche. Me senté en el suelo con las piernas encogidas y mis manos rodeándolas. Mis lágrimas empezaron a brotar de mis ojos. Me costaba respirar. Grité para intentar relajarme, pero me estaba quedando sin respiración.

Sentía como agitaban mi brazo con rapidez.—Gavi, Gavi. Gavi estás soñando. ¡_______! ¡Despierta!—Me senté con rapidez en la cama. Toqué mi cara, aún que fuera un sueño estaba llorando.—¿Estás bien?—Preguntó Taehyung.

Escondí mi cara tras mis manos para que no me viera llorar. Agarró mi brazo y me apoyó en su pecho, abrazándome. Me agarró para acostarse en la cama sin dejar de abrazarme.

—Estaba soñando.

—Más bien tenías pesadillas, porque no parabas de moverte.—Dijo mientras acariciaba mi brazo.—Y llorabas. ¿Qué pasó en el sueño?

—No me acuerdo.

—¿O no quieres acordarte?

—Taehyung.

—¿Sí?

—Limítate a abrazarme.

—Perdona.—Beso mi cabeza.

No vale enamorarse. (BTS Y Tú) HOT [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora