No estoy orgullosa de este capítulo...
Capítulo 32.
Coloqué mi pelo y volví a poner la música a todo volumen. Sonreí con maldad. Las braguitas que tenía eran color rojo, y con encajes. Al menos era bonito.
-¡Joder!-Escuché gritar desde abajo.-¡______! ¡______!
Me reí. Giré mi cuerpo por si entraba, para que solo me viera la espalda. Oí sus pasos fuertes hasta llegar a la puerta y abrirla.
-¿Qué te dije de la...?-Balbuceó enfadado. Se calló al ver como estaba.-¿Qué haces así?
-Me dijiste que hiciera lo que quiera, ¿No?-Me di la vuelta, para que me viera.
-No pienso caer.-Tragó saliva.-¿Por qué te ves tan sexy joder?
Encogí los hombros. Apagué la música.-Voy a hacer café.
Caminé por su lado. Al salir de la puerta, sin moverse me cogió la muñeca. Le miré. Me hizo entrar y cerró la puerta. Se acercó a mi oído.-Me encantas.-Susurró. Dejó caer la chaqueta que tenía puesta.
Me empujó suavemente hasta caer sobre la cama. Se quitó la camisa y se sentó a mi lado. Atrajo mi cuello y me besó suavemente. Agarró mi pierna. Me senté encima de él. Acarició mi espalda. Hundió su lengua dentro de mi boca mientras bajaba mi mano hacia su entrepierna.
Se separó unos centímetros para sonreírme con maldad. Bajó su pantalón hasta deshacerse de él.
—Acuéstate.—Susurré.
—¿Para qué?—Preguntó. Deslizó su dedo por mi labio inferior.
—Tu hazlo.—Empujé su cuerpo hacia atrás. Levanté mi cuerpo para que se colocara.
Respiré hondamente y bajé hasta tener su bóxer debajo de mí. Se lo bajé y agarré su virilidad. Ho Seok me miraba con lujuria y extrañado. Sin saber como podía tener la iniciativa de esto. Pasé mi lengua por toda su extremidad escuchándole gruñir. Besé la punta de su extremidad y la introducí en mi boca. Ho Seok se sentó en la cama, agarrando mi pelo con suavidad mientras gruñía repetidas veces. Le escuchaba susurrar mi nombre muy de vez en cuando, lo que hacía que se erizara mi piel.
Metía y sacaba su pene dentro de mi boca con rapidez.-Ah, _____.-Susurró con voz ronca.-Mi amor, creo que me vengo.-Intento moverse, pero no le dejé. Seguía moviendo mis labios, hasta que sentí un líquido caliente dentro de mi boca. Esperé unos segundos y me lo tragué.-¿Te lo bebiste?-Sonrió con malicia. Le miré y asentí.-Mi niña mala.-Susurró cerca de mis labios.
Se puso encima de mí para morder delicadamente mi cuello. Deslizó una de sus manos hacia mi braguita y acarició mi intimidad por encima de ella.-¿Te acuerdas de tu primera vez?
Dejé los ojos en blanco.-Si, como para no.
-Te veías tan tímida, por eso fui cuidadoso.-Susurró mientras apretaba mi clítoris.-¿Pero sabes que?
-¿Qué?-Gruñí.
-Después de eso fuiste tu quien empezaste a volverte loca.
-¿A dónde quieres llegar con todo esto, Ho Seok?-Hablé con dificultad.
-¿Te apetecería probar algo nuevo?
Introdujo dos dedos dentro de mí, haciéndome arquear la espalda.-Ho Seok así no puedo pensar.
Me miró fijamente mientras movía sus dedos dentro de mí. Sentía como pequeños escalofríos recorrían mi cuerpo, haciendo que arqueara mi espalda. Gemí mordiéndome el labio, llegando al orgasmo. Se acercó a mis labios y volvió a besarme.-Lo que te decía era..
-¿Qué cosa nueva quieres que pruebe?
-¿Me dejas que te la meta por detrás?
Entrecerré los ojos.-Que fino, el niño.
-Venga ya.-Se rió.-¿Nunca lo has echo?
-No.
-¿Con ninguno de los siete?
-Que no, joder.-Negué con la cabeza.
-Ahora me apetece el doble. Así te desvirgaría yo de todo.
Suspiré lentamente.-Si no me gusta, ¿Pararás?
-Claro idiota. ¿Qué te piensas? No soy tan bruto.-Se puso de rodillas en la cama y me miró.-¿Va?-Chasqueé la lengua y asentí.-Ponte a cuatro.
Hice lo que pedía. Apoyé mis piernas en la cama al igual que las manos y me mordí el labio inferior con mucha fuerza. La gente que hacía esto decían que dolía. Pero no quería defraudar a Ho Seok. ¿Desde cuándo me importa lo que piense? No sé, pero quería hacer esto.
-Ten cuidado.-Susurré.
-Vale.-Acarició mi espalda, y colocó su pene.-¿Estás lista?-Suspiré hondamente y acaché mi cabeza, apoyándola en la almohada y arqueando la espalda. Me mordí la lengua al sentir como la introducía con lentitud. Cerré los ojos con mucha fuerza. Esto dolía a morir.-¿Duele mucho?-Asentí con la cabeza.
Siguió entrando con delicadeza. Arrugué la cara, soltando un pequeño sollozo. Una pequeña lágrima recorrió mi cara. Paró al tenerla toda dentro de mí.-¿Estás bien?-Susurró.
Abrí los ojos cuando dejó de dolerme. Esperé unos segundos más y empecé a moverme introduciéndola repetidas veces dentro de mi culo. Escuché un gruñido de Ho Seok mientras agarraba mis caderas. Se inclinó para besar mi espalda.
-Ah dios, más rápido.-Susurró ronco.
Hice caso a lo que pedía. La introduje de un golpe, haciéndole gemir con fuerza. Daba círculos sin cesar. Me hizo parar, apoyando mis manos en la cama. Agarró mi pelo, tirando de el suavemente y empezó a moverse él dentro de mi con rapidez y fuerza.
Con la mano que tenía libre, rodeó mi cintura hasta llegar a mi sexo y precionar dos dedos sobre mi clítoris. Grité de placer al llegar al orgasmo, cayendo sobre la cama.
Salió de mi y se acostó a mi lado.
Aviso; no me toquen las narices si hay faltas de ortografía, este capítulo lo hice en la madrugada. Me he puesto a leerla para ver las faltas, sí, pero no se qué mierdas me dio por poner cosas tan raras... Pero como a ustedes les gusta el hot... AY, NO SÉ. Mátenme, no me atrevo a terminar de leer todo lo que escribí aquí.