Estamos en el recibidor, papá está dándonos la espalda a mamá y a mí, una vez empieza a contar corro escaleras arriba buscando un lugar seguro donde no pueda encontrarme, observo la puerta de la habitación de mis padres entre abierta y me dirijo hasta allá decidiendo esconderme bajo la cama. Escucho a papá gritando ¡Valeria! Seguido mi nombre ¡Alison! Observo que se abre la puerta, me sobresalto pero veo que es mamá ella se ubica detrás de la puerta y pienso que no es un lugar muy seguro, no como el mío. Papá aparece unos minutos después, entra con cautela pero escucha la risa de mamá y puedo ver sus pies acercarse a ella.
-¡Te atrape!
-Oh no, cosquillas no ¡Aléjate! -Escucho la risa a carcajadas de mi madre.
Trato de contener la risa tapando mi boca con las manos.
-Cariño vamos a buscar a la niña y terminar el juego, debo ir al trabajo.
-Es viernes. -¿De verdad irás? -Dice con incredulidad.
-Tengo que hacerlo Alexander, es mi trabajo, mi casino y por la tanto, mi deber.
-Los días que no trabajo, te la pasas allá. Su tono más alto.
-No empieces, ya hemos hablado.
-¡Por Dios mujer! -Parece frustrado.
Oh oh, me siento extraña al escuchar eso, mis padres no son así o no lo sabía.
Papá es el primero en salir mientras mi madre lo sigue, no puedo quedarme aquí y exponerme a que se den cuenta que los escuche, decido salir. Cuando voy por las escaleras veo el cuerpo de mamá en el piso, papá a su lado con lágrimas en los ojos palpándole las mejillas y observo que ella tiene ¿Sangre? ¡Es sangre! Bajando por sus fosas nasales, hasta la comisura de sus labios. Voy bajando rápidamente hacia ellos y escucho un sonido fuerte, casi ensordecedor en mis oídos.
Me despierto de un brinco sobresaltada, aturdida, Dios santo que sonido, abro los ojos y veo el despertador como si fuera lo que más odio en la vida, marca las 6:30 am ¡6:30! Esta tardísimo tengo que estar en la tienda a las 7:00am no puede ser como no escuché las dos alarmas antes, programo tres horas diferentes, dejando como tercera opción esta, como dicen la tercera es la vencida, aunque eso no lo aplico a muchas cosas.
Una pesadilla, hace tiempo no tenía una pero voy tarde y no puedo pensar muy bien en eso. Salgo disparada a la ducha y en 5 minutos estoy fuera, me dirijo al vestidor el motivo de ir tarde no me da ánimos de estar arreglada y siempre pulcra como Carolina Herrera. Busco lo básico, jeans claros o mejor dicho desgastados, una sudadera azul, converse negras, me visto tan rápido como puedo agarro mi mochila negra, llaves, celular y me encamino afuera.
Una vez en el estacionamiento me dirijo a la tienda.
-Mi Dios ¿Dónde está la mujer arreglada que trabaja conmigo? Me mira con acusación.
-Es muy temprano Pablo, no estoy de ánimos. Elevo mi mano como señal para que no comience a hablar.
-De acuerdo, pero si no tenemos ningún cliente hoy será por tú aspecto. Me señala con su dedo índice de arriba hacia abajo.
Idiota, no tengo nada en contra de Pablo pero siempre quiere que me vea bien "por la reputación de la joyería" yo con estas ojeras, cabello hecho trizas, con la ropa más desgastada, no le soy grata hoy.
-Supongo que no has probado nada.- ¿Un sándwich?
-Por favor. Sonrío un poco.
Tengo buena relación con él, hace un año de trabajar aquí tenemos una agradable amistad, algunas veces salimos a tomar o comer algo fuera de horario de trabajo y si me habla así es porque nos tenemos confianza, el hace que el trabajo no sea aburrido. Cuando llegue Pablo ya trabajaba en esta joyería y si no hubiese sido homosexual, le hubiera coqueteado ¡Esta guapo! Y es un buen tipo. Se hicieron las 10:00 am, todo marchaba normal, gente iba y venía mientras nosotros conversábamos.
-¿Estas bien Alison? - Dice con dulzura.
-Si.- ¿Por qué?
-Tu aspecto. Suelta sin más.
-No dormí bien, estuve terminando un trabajo que entregaré esta misma tarde, tuve un mal sueño, desperté tarde y creo que ya sabes que soy muy expresiva.
-Entiendo y tengo una idea. - ¿Vienes esta noche al bar que está a unas cuadras de casa?- Voy con unos amigos. Pregunta entusiasmado.
-Tengo que estudiar. Le miento.
-Es viernes, tienes libre el fin de semana. Levanta una ceja, es muy gracioso verle hacer eso.
Sonrío ante el gesto. -De verdad gracias, pero es algo muy extenso.
-Te lo pierdes. Gira su cabeza simulando enojo.
Llego la hora de ir a casa, cerramos la joyería y nos despedimos con un abrazo, si supiera lo que haré esta noche, no me lo creería.
Estacione mi audi rojo, una vez dentro de la casa deje caer mis cosas al sofá, me siento un poco nostálgica al saber que nadie me espera, que me pregunte como me fue o si tengo hambre.Mi hogar es cómodo, acogedor solo dispone de dos habitaciones o debo decir una, de la otra habitación hice un vestidor o como dicen mis amigas "una boutique". Dos baños uno en mi habitación, otro fuera, la cocina, el comedor y un garaje solo para un auto, vivo en una zona tranquila de buen clima, un lugar digno para una mujer sola, que no le gustan las cosas tan ostentosas, este lugar es suficiente para mí. Busco en el frigorífico y me coloco hacer de comer.

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Juegos peligrosos.
RomansaEl deseo tiene nombre y ese es Maximiliano Franco, mientras que la tentación posee unos preciosos ojos marrones Alison Maxwell. Sensación pura y sentimientos explosivos, una combinación de juegos peligrosos. El lo tiene todo, no busca mas que vivir...