Hinata Hyuga está enfrente de su tocador peinándose su largo cabello.Una canción de One Republic sonando, escuchar a su hermana menor quejarse de que tiene sueño, las reprimendas de su madre y los pasos de su padre de un lado para otro porque se le está haciendo tarde son sus mañanas diarias.
Niega con la cabeza divertida al escuchar la ducha encenderse exactamente a las siete treinta, eso significa que su madre pudo levantar a su hermana.
A sus veintiún años de edad es muy bonita, sus ojos perla heredaros de su padre y su cabello negro azulado por parte de su madre que contrasta con su piel pálida la hacen tener una buena presentación ante la sociedad.
Tiene un cuerpo casi perfecto escondido en jeans y camisetas ilustradas. De un día para otro ya tenía curvas pronunciadas y enormes pechos que jamás deseó tener. No sabe cómo reaccionar, así que trata de ocultarlos.
Es feliz con la vida que tiene, no se queja de absolutamente nada ya que tiene una buena estabilidad económica y el amor incondicional de toda su familia.
La puerta de su habitación se abre dejando ver una figura femenina enfundada en un pantalón de vestir y un saco formal.
Hinata le sonríe a su madre un poco confundida, mientras que esta última sorpresivamente saca un collar que escondía atrás de su espalda; el oro y los pequeños diamantes resplandecen con la luz de la ventana.
La Hyuga menor, en cuestión de segundos, cae en la cuenta que ese collar pertenece a su familia, tras años y años de pasarlo al Hyuga que más ha destacado en la escuela o en la empresa familiar. El collar siempre varía de dueño, y tienen que pasar muchos años para poder entregarlo al siguiente.
Ella es la siguiente.
—El abuelo te lo ha enviado—informa Hana, yendo hacia su hija mayor para poder colocárselo con amabilidad y cariño—. Felicidades, eres la Hyuga que más ha destacado este par de años.
Hinata lo toma entre sus manos con un poco de fuerza.
—¿Y Neji?—Preguntó, sintiendo un poco de remordimiento al recordarlo—. ¿Qué pasó con él?
Tenía que preguntar porque jamás pensó en ganar algo tan significativo para los Hyuga, no con su primo a la cabeza de todo.
Hana sonríe y le acaricia su cabello.
La Hyuga menor se queda quieta porque no sabe cómo reaccionar.
—Neji, sacó una calificación reprobatoria en la clase de lenguaje ruso—contestó la mayor.
Hinata niega con la cabeza.
Sabía que esa clase seria la perdición de su primo.
Ella recuerda que Neji Hyuga, ese chico que no le pedía nada a nadie, le pagó por un par de clases pero era tan malo en ese idioma que daba pena ajena y no pudo ayudarlo mucho.
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Simples Decisiones
FanfictionLa familia Hyuga siempre es venerada en Japón, nadie los corrige y mucho menos cuestionar los porqués de dichas ordenes, ellos, en el fondo de su corazón oscuro, saben que están haciendo un buen trabajo; muchos Hyugas salen perdiendo por esas órdene...