3] SIMPLES DISCULPAS

1.8K 182 15
                                    


Sus ojos recorren todas la preguntas del examen sorpresa

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Sus ojos recorren todas la preguntas del examen sorpresa.

Muerde su lápiz, involuntariamente, cuando su mirada se posa en el reloj que está arriba del pizarrón.

Tres minutos para entregarlo.

Su pie izquierdo empieza a moverse de abajo hacia arriba en un gesto de frustración. No puede controlarlo. Eso lo hace solo cuando está nerviosa o no sabe qué hacer en una situación nada favorable para ella.

Los latidos de su corazón martillean su cabeza cuando solo queda un minuto, eso ocasiona que empiece a sudar.

Ve su examen: la mayor parte está en blanco y las preguntas que si contestó sabe que están mal.

El timbre suena.

La maestra Colette ordena que pasen los exámenes hacia los compañeros de enfrente, pero Hinata no lo hace porque se ha quedado en shock.

...

Hinata ve con una ceja alzada la ensalada que Luna le ha puesto enfrente de su lugar.

—Gracias—dice, tomando su tenedor de plástico y pinchándolo en un pepino.

Su amiga le sonríe, empieza a comer su hamburguesa con papas, le da grandes mordiscos y a su vez sorbos a su bebida de coca cola.

Luna Onisse tiene el gran don de comer lo que sea y no engordar. Muchas chicas de la Universidad la envidian por eso.

La Hyuga frunce su ceño, ve su ensalada y después la mitad de la hamburguesa de su amiga.

—¿Por qué tengo yo una ensalada?—Cuestiona Hinata a nadie en específico.

Luna se queda a mitad de camino para poder morder su hamburguesa, con su mano derecha levantada le pide un momento a su amiga para poder limpiarse las comisuras de sus labios con una servilleta, cuando sabe que ya no hay rastros de mostaza le da un sorbo a su refresco haciendo un sonido frustrante.

—Me dijiste que querías una ensalada—expresó Luna, incrédula y llevando una papa frita a su boca—. No te hice preguntas porque te ves como si quisieras matar a todo el mundo.

Hinata hace un mohín.

Está tan enojada con ella misma que no sabe lo que dice.

Se lleva un pedazo de lechuga a su boca, lo come, y cierra sus ojos cuando el sabor amargo del limón inunda su paladar, busca su refresco para que el sabor disminuya pero solo encuentra un vaso de agua con hielos.

Mira feo a Luna, esta última levanta las manos en forma de rendición.

—¡Es una maldita ensalada!—Chilla la castaña, ofendida y pasándole su coca cola—. ¿Qué querías? ¿Refresco de dieta? ¡Claro que no! Sabes muy bien mi punto de vista sobre esas cosas que...

Simples DecisionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora