Simples Decisiones

15] SIMPLES SONROJOS

Hinata tiene su rostro sonrojado.

No quiere mirar a nadie que no sea Naruto. Sabe a la perfección que esos timbres de mensajes en los celulares han informado por todo el campus lo que acaba de pasar hace menos de cinco minutos.

¿Acaso le tomaron fotos? ¿Videos? ¡Y sin su consentimiento!

Niega con la cabeza y muerde su labio mirando el pasto.

Estaba a punto de mirar a Naruto en forma de "si no corres inmediatamente en un minuto, esto se acaba aquí", sin embargo, se quedó atónita cuando Naruto entrelazó su mano con la de ella y empiezan a caminar hacia la entrada del Instituto.

—¿Qué haces?—Musitó ella, observando a Naruto colocarse unos lentes negros.

—Nada, ¿y tú?

Hinata rodó los ojos y golpeó a Naruto en el estómago.

—No estoy Jugando, Naruto—contratacó Hinata—, ¿Qué tratas de haces?

Naruto se detuvo, se puso enfrente de ella y enarcó una ceja.

—Hago lo que cualquier prometido haría—sonríe—, haciendo las cosas bien.

...

Hinata una vez más esta sonrojada.

Cuando se despidió de Naruto, después de rogarle que la dejase de abrazar y besar en la mejilla, fue a su primera clase a paso apresurado.

Llegó.

Desde el principio sabía que algo andaba mal, todos sus compañeros de clases estaban en su celular y exclamaban a los cuatro vientos un "¡No puede ser cierto!" "Es Photoshop, seguro" y más idioteces.

Hablaban de Naruto y ella, pero decidió no tomarle importancia.

Caminó hacia su lugar con el ceño fruncido, se sentó y rápidamente la bombardearon con preguntas estúpidas y una que otra incomoda.

—¿Cuándo te casa con Naruto?

—¿Estas embarazada?

—¿Nos invitaran a su boda?

—¡¿Te casaras con Naruto?!

Hinata trataba por todos los medios posibles irse a otro lugar, pero no lo lograba porque no la dejaban pasar.

—¡Jóvenes!—Exclamó el Profesor de Física colocando su maletín en la mesa—. ¡Dejen a la Señora Uzumaki en paz, por dios!

Hinata fulminó con la mirada a su profesor.

Él no lo noto, solo le sonrió y levantó su pulgar en forma de "no me agradezcas nada, estoy aquí para eso".

Todos se dispersaron y la clase empezó.

...

En todas las clases las "chicas" no dejaban de observar a Hinata como si fuese una persona de lo más fenomenal que hay en la tierra.

Está en su casillero, sacando sus libretas para las tres últimas horas y esperando a una Luna que no ha visto todo el día.

Eso le preocupa.

Miró la hora en el reloj de su celular y frunció el ceño.

Luna siempre estaba ahí primero para esperarla e irse a comer, pero en esta ocasión no.

Le llamó 5 veces, pero no contestó.

Hinata toma su mochila, corrió un campus entero y llegó hasta el Gimnasio; esta solitario, no hay nadie, pero puede escuchar como un balón cae en repetidas ocasiones.