Simples Decisiones

18] SIMPLE SEGUNDA OPORTUNIDAD

Hinata corre por el centro del pasillo.

Un par de libros están en su pecho y de vez en cuando se lleva su largo cabello atrás de su oreja para no mirar a nadie. Faltan menos de cinco minutos para que la campanilla suene indicando el receso de 25 minutos.

La pequeña peli azul gira en una esquina y se encuentra con el equipo de Basquetbol entrando a la escuela, saluda tímidamente y gira de nuevo para entrar a la cafetería de la Escuela; se coloca en puntillas para buscar su objetivo.

Lo encuentra en una esquina alejado de todos.

Camina un poco más rápido, exhalando e inhalando, y llega hasta una mesa casi vacía. Deja caer sus libros a un lado de las servilletas y levanta sus manos en forma de que ha logrado su recorrido de su salón de ciencias—que está en el tercer piso—, hasta la cafetería del segundo Edificio.

Luna sonríe, aplaude como una niña pequeña y levanta su dedo pulgar en forma de "me gusta".

—¡Excelente!—Halaga, colocando un cronometro de su Entrenador a un lado—. ¡Sigue así y romperás un record!

Hinata cierra los ojos por la frustración, se deja caer dramáticamente a la silla y suelta un suspiro.

Se arrepiente de haberle contado a su mejor amiga que necesitaba bajar un poco de peso para que el vestido, que tiene en mente, le quede a la perfección. Luna se lo tomo muy enserio. Le da indicaciones de calentamientos, ejercicios y dietas.

Lo bueno de eso, la única cosa porque a Hinata no le gusta nada el brócoli en las ensaladas que le prepara Luna en la merienda, es que pasan más tiempos juntas buscando decoraciones, vestidos para las Damas (Luna y Hanabi por ser las únicas cercanas a la Hyuga), comida que habrá en el banquete todo gracias a Pinterest, la plataforma ayuda un montón y ya son adictas a ella. Sin embargo lo que más le gusta es oír parlotear a Luna sobre todo lo de la Boda para después mandar todo al carajo cuando recuerda lo que tratan de hacer con su única mejor amiga.

Nadie sabe qué hacer al respecto.

—¡Te tengo una sorpresa!—Continua Luna, sacando una charola repleta de comida—. Escoge lo que quieras, una sola cosa y debes acompañarla con agua, ¿vale? Eso es lo que te mereces por la semana y media de entrenamientos duros. Nunca hago esto con otra persona, pero eres especial.

Hinata asiente con los ojos brillosos y casi babeando cuando ve hamburguesas, pedazos de pizza, nachos y alitas con chile jalapeño.

—¡Eso es trampa!—Chilla la Hyuga, haciendo un puchero y cruzándose de brazos—. ¡Son mis comidas favoritas!

Luna se encoje de hombros.

Hinata, maldiciendo por lo bajo, toma los nachos y la mitad de una hamburguesa sin que Luna se diera cuenta, le dio gracias a Kami-sama por haberla entretenido con su celular lo suficiente para hacer su vandalismo.

Se come la mitad de la hamburguesa de inmediato.

—¿Estas preparada para mañana?—Pregunta Hinata, cambiando radicalmente el tema y tomando un sorbo de agua.

Luna se encoje de hombros.

—Estoy nerviosa—contestó, jugando con su comida y soltando un suspiro—. Mañana es la gran final y eso definirá si me dan la Beca para ir a la Universidad.

Hinata suelta una risilla.

—Está claro que te la darán. Eres la Capitana del Equipo, la mejor estratega y la que más empeño ha dado estos años en la Preparatoria, ¿y todavía te cuestionas que no mereces esa beca? Estas muy equivocada.