Simples Decisiones

19] SIMPLES PASES

Hinata había olvidado por completo lo que se sentía estar rodeada de personas.

El estadio donde el juego de Luna se llevaría a cabo en menos de diez minutos estaba casi lleno gracias a Jóvenes que gritaban por su equipo favorito, saltaban y hacían sonar trompetas y cantaban a coro canciones que ella jamás había escuchado.

Quería pensar que era el himno del equipo contrario.

A su lado derecho estaba Naruto y Sasori, comiendo Hot Dogs con gaseosas a la vez que observan a los de seguridad quitar a todas los niños de la cancha para que el partido empiece y a su lado izquierdo esta Hanabi, su hermana menor, con los brazos cruzados y observando todo con odio.

Lo normal en una niña como ella.

Y Hinata estaba en medio de ellos, con rayitas en la cara con los colores que representan el equipo de Luna (verde y azul) y con pequeñas banderas también de esos colores.

Estaba nerviosa, se había dado cuenta apenas por el hecho de morderse las uñas y no dejar de ver la salida en donde entraría su mejor amiga.

El equipo contrario, con los colores rojos y negros, era de temer.

No lo dudaba ni un poco.

Luna le había dicho que ellas han ganado tres años consecutivos en el Torneo de las Escuelas. Ayer, cuando Kiba y su equipo se marcharon junto con Sasori y Naruto, Luna le admitió sus miedos.

Miedo a fracasar, quedar en ridículo frente a todos por arriesgarse a tanto... y que su equipo la odiara por ello.

No sabía que decirle, porque, vamos, Luna era la de las palabras, la que hacia todo lo posible para sacar a Hinata a la realidad y a la que ayudaba en todo sin dudar.

La Hyuga, simplemente, le dijo que no se estresara, que ella era e iba a hacer la mejor jugadora de Basquetbol y que si serbia de algo, era lo menos que podía hacer, podían pasarse toda una tarde observando Jugadas para así poder tener en mente algo si todo se salía de control.

Entre medio de Michael Jordan y Wilton Norman llegaron a una conclusión: no temer y seguir adelante y más si el tiempo se agota.

Todos, de un momento a otro, se quedan callados así dándole a entender a Hinata que debe volver a la realidad que la rodea.

Se levanta con una sonrisa cuando ve a las Jugadores de su Escuela salir a la cancha corriendo y gritando el lema de la escuela como si fuese una canción. Luna, con tanta tranquilidad, camina con un balón entre sus manos, va directamente hasta la mitad de la cancha y enarca una ceja cuando en el lado opuesto, la escuela Ourion, salen con soberbia, con sonrisas desalmadas y haciendo que las abucheen.

Un árbitro aparece en una esquina, les hace señas a las capitanas de que se acerquen y lo hacen.

Hinata pasa saliva con dificultad cuando ve a la capitana del equipo contrario, es alta como Luna y siempre tiene el ceño fruncido cuando el Árbitro les da las indicaciones, de mala gana se saludan y van a sus respectivas bancas con una expresión que da miedo.

Todo el mundo lo nota porque están en silencio.

Luna le da indicaciones a su equipo de lo que deben y no deben de hacer, todas asienten, Hinata puede ver que están nerviosas y que tiene un poco de miedo pero eso nos las impide abrasarse con fuerza y gritar a todo pulmón el lema de la escuela.

—¡No te rindas, Luna!—Chilla Hinata, tanto que hasta siente picar su garganta—. ¡Más te vale que ganes, joder!

Luna se queda dándole la espalda a mitad de la cancha, un gran numero 5 se puede ver en aquel traje blanco.