capitulo 11

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11

Me meto en la cama bien entrada la madrugada. Las tres, como mínimo, quizá cerca de las cuatro. No esperaba estar fuera hasta tan tarde. La habitación está a oscuras y en silencio. Creo que Jack duerme.

Apenas he apoyado la cabeza en la almohada cuando dice:

—¿Dónde estabas?

—Lo siento —digo. Vuelve a decirlo.

—¿Dónde estabas? No puedo contárselo.

—Con Anna —digo.

Solo es una mentira a medias.

Espero a que la conversación continúe. No es así. No está contento. Sé que no está contento.

—Jack... —digo. No hay respuesta.

—¿Jack?

Alargo la mano para tocarle el brazo. Él se aparta y me da la espalda bruscamente, rodando sobre el costado, alejándose de mi alcance.

—Jack, lo siento.

¿Qué más puedo decir?

Sigue sin responder. El silencio es ensordecedor. Me dan ganas de gritar solo para romperlo, solo para hacerlo reaccionar de una vez.

La habitación sigue a oscuras y en silencio durante muchísimo


tiempo.



Entonces, con voz de hielo, dice:

—Ya hablaremos por la mañana, Catherine.


Por la mañana, no hablamos. Yo duermo hasta tarde y Jack ya se ha ido. Odio despertarme y que no esté a mi lado. Hay personas que tienen miedo de irse a dormir solas. Yo tengo miedo de despertar, no saber


si el nuevo día me va a recibir en una cama vacía y sin nadie a mi lado que me abrace.

Lo llamo:

LA SOCIEDAD JULIETTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora