El perdón

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*Narra Narrador*

**: Esta decidido, tendré que hacerlo...

**: Creo que no es la mejor opción...

**: Y, ¿que puedo hacer? No tengo otra solución.

**: Espera.

**: No puedo esperar toda la vida.

**: Pero te quiere.

**: Yo también le quiero.

**: Espera un mes por lo menos y si no haz lo que tienes pensado.

*Narra Nair*

Dani llega a casa bastante enfadado.

Dani: Dame un pitillo.

Yo: Sabes que no puedes.

Dani: Venga solo uno.

Yo: Daniel, acuérdate de la apuesta. Si tocas un solo pitillo con la boca te juro que te puedes olvidar de mi.

Dani: Nair, hoy no estoy de humor, así que dame el pitillo.

Yo: No.

Dani: Damelo o...

Yo: ¿O? ¿Qué pasa ya no eres nada sin un pitillo?

Un fuerte ruido retumbó por toda la casa. Coloqué mis manos sobre mi mejilla derecha, la cuál se encontraba roja por el dolor. Las lágrimas no se opusieron para salir de mis ojos. Subí mi vista hasta llegar a la de Dani, el cuál se encontraba mirando a sus manos intentando saber lo que había echo.

Saco el paquete de tabaco del bolsillo izquierdo de mi chaqueta de cuero y lo tiro encima de la mesa del salón.

Yo: Daniel, hicimos una apuesta, la cuál hoy se acaba de romper. No volveras a verme en tu vida, sí, eso es lo que has conseguido. No me llames ni me busques... No me encontrarás. Vas a perder mi rastro para siempre y solo por un pitillo de nada. ¿Pero sabes lo peor de todo? Que no tienes un par para dejar el tabaco cualquier día, aun sabiendo que es malo para tu salud. Espero que tus pulmones hagan el resto pudriéndose. Y pensar que pude estar enamorada de ti... Acabas de fastidiarlo todo Dani. Hasta nunca.

Le miro a los ojos y me dirijo a la puerta. Iba a cruzar el umbral de la puerta cuando...

Dani: Nair...

Yo: ¿Qué quieres? Ya tienes lo que querías, ¿no? Que yo sepa el tabaco esta en la mesa.

Dani: No, Nair. Lo que quiero no esta en esa mesa. Lo quiero se esta intentando ir de esta casa, por que todo empezó con una apuesta y acabó haciendo que mis manos temblaran cuando tu estabas cerca, haciendo que, cuando tus ojos me miraban todo dejara de existir. Por que sí, no tengo un par para dejar el tabaco, pero si tengo un par para decirte lo que te quiero, aunque ya sea tarde. Eres la única persona que me ha ayudado a dejar el tabaco, la única que se a peocupado por mi. Sin ti... Estaría muerto. Te debo la vida Nair, una vida que quiero pasar a tu lado.

Me giro débilmente intentando no dejar escapar ninguna lágrima. Él me agarró de la cintura, haciendo así, que los dos nos pusieramos nerviosos. Se acercó a mi oído y me susurró...

Dani: Lo siento, si me ayudas, lo dejaré.

Yo: Claro que te ayudaré...

Y hay nos quedamos los dos, mirándonos. Hasta que, cosa que no había ocurrido antes, me besó.

Amigas con secretosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora