Amigas con secretos

Adiós, hogar

*Narra Uxía*

Me despierto por las leves notas que escucho a través de la puerta de mi habitación. M e levanto y me dirijo al baño para así lavarme la cara y peinarme.

Llego a la cocina y allí veo a mi tía preparándome una tostada con mantequilla. Comienzo a comer mi desayuno compuesto por un zumo de naranja, un colacao y tostadas de mantequilla, eso si, antes le doy un beso a mi tía, la cuál no tarda en sacar el tema.

T. Susi: ¿Entonces vas a ir a junto de tu madre y tu padre?

Yo: Sí, no hay nada que me aferre a Madrid.

Y es verdad, desde que me pasó aquello con las chicas no he vuelto a pisar nuestra casa, aunque creo que es lo mejor, no sería capaz de volver a verles la cara.

Ya he hablado con mi madre para irme y me ha dicho que ella y mi padre estan contentísimos. Además, he estado viendo por Internet y, dónde mis padres viven, podré trabajar de criminóloga, cosa que aquí en Madrid es muy difícil.

Estoy metida en mis pensamientos cuando me llega una notificación. Nair acababa de subir una fotografía a Instagram diciendo que iba a tener partido de balonmano no muy lejos de la casa de mi tía. Iré esta claro, ella seguirá siendo mi amiga.

Me preparo y voy al pabellón. Me siento atrás de todo, para que no me mire, y comienzo a observar el partido. Claramente Nair es una maga del balón, por eso es la capitana. Entonces...

*Comienzo del Flashback*

Llego al pabellón para apuntarme a patinaje, pero como no hay nadie me siento en las gradas observando mi móvil. Tan despistada soy, que no miré que una pelota venía directa a mi cara hasta que la pelota contacto con esta.

Una chica vino precipitadamente a mí.

**: ¿Estas bien?

Yo: Sí, solo algo dolorida.

**: Yo soy Nair, la capitana. No te preocupes ahora mismo te llevo a la enfermería, si esperas más se te inchará.

Yo: Muchas gracias.

Nair me llevó hasta la enfermería y me pusieron hielo y, gracias a eso, mi cara al día siguiente era perfecta.

Después de esto fui todos los días de partido a ver a Nair, como una buena amiga.

*Fin del Flashback*

Dejo que una lágrima resbale por mi mejilla. Me acuerdo pero... ahora ya no le importará, ¿no?

Al acabar el partido me fui a casa de mi tía, tendría que ir a mi antigua casa a las cinco de la mañana para poder hacer la maleta e irme a las siete al aeropuerto.

Me despierto y me dirijo a mi antigua casa y abro la puerta de mi habitación. Saco la maleta de debajo de la cama. Meto toda la ropa y bajo. En la mesa de la cocina dejo mi parte del alquiler de un año, lo que estaré fuera. Abro la puerta para irme cuando alguien me abraza por la espalda. Se quien es, pero me giro para asegurarme. Sara me abraza con fuerza.

Sara: Te he escuchado llegar y sacar algo de debajo de la cama, ¿te vas?

Yo: Sí, muy lejos de aquí.

Sara: Perdóname...

Me abrazó más fuerte pero yo le agarré de los hombros, le limpié las lágrimas y l edije:

Yo: Prométeme que cuidarás de las chicas y que les dirás que les quiero mucho, aunque ellas me odien.

Sara: Lo han pasado fatal desde que te has ido...

Yo: Sara esta decidido. ¿Me lo prometes?

Sara: Te lo prometo.

Entonces...