Te necesito, como al oxígeno

20 3 9
                                    

* Narra Uxía*

Necesito gritar. Gritar que me quiero morir, que he perdido a una persona muy importante para mí. Ahora, después de una semana, he logrado darme cuenta de que le necesito, como al oxígeno que hace que sobreviva. Le necesito. Lo tengo claro pero... no le he vuelto a ver desde aquel día en la playa y, prácticamente, no he vuelto a ser la misma. Las chicas me lo dicen a menudo: "Come, estas muy delgada. Desde que Blas se ha marchado ya no comes" o " Estas rara, te veo desinflada. Sin tu chispa, te noto apagada. Desde que Blas se ha ido no has vuelto a ser la misma". Pero... ¿qué hago? Dijo que quería olvidar el pasado, que quería olvidarme. ¿Le volveré a ver? No lo tengo claro...

Salgo a despejar mi mente por las calles de Madrid. Cuando llego a la Gran vía, me fijo en un pelo rubio, demasiado conocido por mi. En cuanto estoy más cerca sé de sobra que se trata de ella. Sara besaba a un chico, por fin le pondría cara al chico que le ha estado pasando todo este tiempo a Sara por la cabeza. Por lo menos, que ella encuentre a su chico ideal.

Yo: ¡Sara!

Veo como se pone totalmente rígida. El chico se separa lentamente y, en cuanto le veo la cara, no veo otra salida que llorar. Si, él, estaba besando a Sara. Corro sin mirar atrás, me da igual lo fuerte que Sara me grite que pare, no lo haré.

En un sitio alejado veo un banco y me siento. Estoy pensando en como una de mis mejores amigas podía hacerme eso cuando alguien me tapó los ojos. Claramente, grité. Entonces me soltó.

Álvaro M.: Lo siento no quería asustarte.

Yo: Menos mal que eres tú...

Álvaro M.: Me pregunto por que siempre tengo la mala suerte de verte llorar y no poder ver tus ojos marrones brillar de alegría.

Me sonrojo ante lo que Álvaro me ha dicho y le abrazo. Desde que Blas no ha estado el me ha apoyado como el que más. Le debo la vida.

Yo: ¿Por qué todo me ocurre a mí?

Álvaro M.: No lo sé, mi niña.

Yo: ¿Crees que le he perdido?

Álvaro M.: Sí él no ha sabido ver lo perfecta que eres allá él.

Entonces, me lleva el pelo hasta la oreja derecha para así decirme:

Álvaro M.: Yo nunca te dejaré.

Poco a poco me separo y nos besamos. En ese preciso instante escucho:

**: Dos semanas, sólo dos semanas y ya estas con otro. Es que el problema no eras tú sino yo, que tu no me querias.

Me separo de Álvaro y allí lo veo, Blas agarra con una mano un ramo de rosas y una cajita. Tira todo al suelo y puedo contemplar lo que se haya dentro de esta. Un collar de plata en el que pone: "Te necesito" se deja entrever. Me levanto y voy hacia Blas. No quería hacerlo pero mi dolor es inmenso, así que le pego una bofetada.

Yo: ¿Perdón? Yo no soy la que se va besando con la mejor amiga de tu... exnovia.

Lo de exnovia lo digo muy bajito, se me hace raro decirle eso.

Blas: ¿Pero que dices?

Yo: No te hagas el tonto. Te he visto besarte con Sara. ¡Delante de mis narices!

Blas: ¡Pero si vengo de comprar tus rosas! ¡Y a Sara no la he visto!

**: Uxía...

Veo hacia mi derecha y veo a Sara agarrada de la mano de un chico pero... esto no puede ser verdad. Hay dos... no esto es una pesadilla. Entonces Blas...

Lo último que veo es como Blas se acerca al otro Blas y... nada más.


Amigas con secretosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora