-Metete en el baño y no salgas por nada del mundo hasta que yo te lo diga.- me dijo mirándome a los ojos y cogiéndome la cara con sus dos manos. Sus ojos miraban a los míos con preocupación. Algo malo debía de estar a punto de pasar. Antes de soltarme me dio un pequeño beso en la comisura de mis labios y la electricidad volvió. Caminé hasta el lavabo y dejé la puerta medio abierta.
Escuché sus pasos por la habitación, y oí como abría la puerta. Una risa ronca se escuchó por todo el lugar después de que se cerrara la puerta.
-Blackwell, Blackwell... Creo haberte advertido de lo que te pasaría si volvías a hacerlo. Te dije que no podías ganar un solo combate más, o al menos no contra mis luchadores. La has cagado chico ahora tendrás tu merecido.- dijo el desconocido y comenzó a reír.- Como la semana pasada.- dijo mas bajito, pero logré oírlo.
-Ya te dije qe no pensaba dejar a tus medio mierdas dejarme mal en el cuadrilátero. - habló Christian- Si me tengo que dejar ganar por alguien por lo menos que sepan dar un puñetazo. No caigo tan bajo Mikey. - dijo esto último remarcando más las pausas y su nombre con tono burlón.
-Chico, te estas buscando problemas con quien no debes. - y justo después de eso oí un gemido de dolor que identifiqué como del castaño. Estaba asustada.
Asomé mi cabeza por la puerta sin hacer ruido, y vi al castaño debajo de un hombre moreno y fuerte. Estaban de espaldas a la puerta del baño. Debía ayudar, no podía dejar que le pegaran una paliza delante mío.
Sentía la adrenalina corriendo por mis venas. Visualicé mi objetivo. Salí sin hacer ruido, caminé hasta llegar al jarrón que había. Tenía al hombre y a Christian delante mío, el hombre no paraba de reír mientras le pegaba y Christian solo se cubría con las manos lo que podía. Era ahora o nunca.
Levanté el jarrón y con todas mis fuerzas lo rompí en la cabeza del hombre moreno. Éste, por el impacto se desvaneció. El moreno se destapó la car ay me miró con los ojos abiertos. Tenía la cara llena de heridas y sangre.
-No sabes lo que has hecho.- dijo inmóvil mirándome a mí y después al hombre tirado en el suelo.
-Sí, si lo sé. Lo he dejado inconsciente de un jarronazo. Pero te iba a matar a golpes. Así que levanta del suelo y vámonos. - le dije y el me miró sonriendo. Le tendí mi mano para ayudarlo a levantarse y cuando ya estaba a mi lado notamos que el hombre del suelo, que creo que se llama Mike, se movía ligeramente. Christian y yo nos miramos y salimos de allí lo mas rápido posible.
-No traigo coche, he venido con Josh.- dijo cuando llegamos a la calle. Se nos hizo difícil salir de allí, ya que cada dos por tres alguien paraba a Christian para felicitalo por la victoria. Él simplemente daba las gracias y seguía con su camino a mi lado.
-Yo te llevo.-le dije subiendo a mi preciado coche. Él se subió en el asiento copiloto y miró la tapicería.
Unos veinte minutos más tarde ya estábamos por las calles de mi urbanización. La mirada de Christian había estado completamente pérdida durante todo el trayecto. Y ya no podía aguantar más.
-¿Puedo preguntar ya quien era ese hombre y porque te pegaba? - él pareció despertar de algún tipo de ensoñación y me miró, directamente a los ojos.
-Ese hombre, era mi padre.- Dijo volviendo la mirada hacia delante.
¿Su padre? ¿Porque estaría su padre pegándole? Sabía que no era quien para entrometerse en su vida, y no lo iba a hacer. No de momento. Ya era de noche y por la calle no había absolutamente nadie. Estaba estacionada en el coche justo delante de la puerta de casa. Las luces ya estaban todas apagadas y era normal. Debía ser la una de la madrugada ya.
-¿Quieres entrar a casa?- le pregunté a Christian. Me sentía culpable por haberle roto un jarrón a su padre en la cabeza. Pero, el estaba pagando a su hijo.
El castaño me miró con una sonrisa en la cara. Bipolar.
-¿Tanto te gustó dormir con migo?- preguntó y yo me sonrrojé al instante.
-N-no no es eso. Es solo... Que... Para curarte las heridas. Se ven bien mal. -Dije lo primero que se me vino a la cabeza. Era pésima para las mentiras. El rió suavemente y asintió con la cabeza.
Salimos del coxhe y lo cerré. Esta noche mi bebe dormiría en la calle. No pensé en Kyle ni en nadie cuando le dije que pasará a casa. Me expondría al riesgo de que me descubrieran.
Llegamos a mi habitación. Después de entrar por la pierta Christian se tropezó con algo que había en el suelo ya que no habíamos encendido las luces. Ambos comenzamos a reír en el momento en que casi se mata por las escaleras, ya que volvió a tropezar. Y por fin llegamos a mi habitación sin ser descubiertos.
Y luego la patosa soy yo...
Al entrar me fui a poner mi pijama. Estaba agotada. Y le dije a Christian si quería darse una ducha. Le saqué un nuevo pantalón de deporte de los más grandes y lo dejé sobre la cama para cuando saliera. Me estiré en la cama para esperar a que saliera, y escuchando el sonido del agua caer, me fundí en los brazos de morfeo.
Una respiración profunda y caliente, que daba en mi nuca, me despertó.
Christian.
Abrí los ojos rápidamente. Tenía su brazo al rededor de mi cintura y el pecho tocando mi espalda. Se sentía bien la verdad, para que mentir. Lenta y cuidadosamente me giré para verlo dormir. Se veía tan pacífico, como un niño bebé durmiendo. Mi cara había quedado a la altura de su pecho, que subía y bajaba acompasado a sus respiraciones. Sus tatuajes. Me entraron ganas de recorrer cada línea de tinta de su cuerpo. Lentamente saqué mi brazo de su agarre y con mi dedo tembloroso empecé a trazar líneas sobre los dibujos de su pecho. Noté como su piel se erizó y se tensó bajo mi tacto. Subí mi mirada para ver si había despertado, y así fue. Sus ojos verdes no dejaban de mirar mi dedo sobre su piel.
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Capitulo 21!!!!!
Camille es una pillina, ahí tocando al ardiente Christian mientras duerme...
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@marinahellinb este capítulo va para ti.
Estoy en la biblioteca escribiendo desde el móvil, desde aquí no puedo dedicar así que cuando llegue a casa lo haré.
No quería dejaros sin capítulo cuando ya lo tenía acabado!!*sigo dedicando al primer comentario*
Bai Beibehs. Mucho lof.
-Julia.T
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Soy De Acero
Teen FictionQue pasa cuando una chica de 17 años que no ha tenido nada en la vida, pasa a tenerlo todo de un día para otro? Camille Jhonson es una chica que lo perdió todo a una edad muy temprana. Ahora con casi su mayoría de edad lo recupera todo, la felicida...