Dos putas horas, dos putas horas me quedaban para irme a casa y olvidarme de la infernal escuela por dos días. Me había pasado tócala mañana sintiendo la mirada del ojiverde sobre mi. Por cada pasillo que pasaba lo encontraba apoyado en las taquillas mirándome fijamente.
Me sentía mal por haberlo dejado así en su casa pero lo correcto había sido salir a hablar con Kyle.
-¿Tu también lo has notado no?- me dijo mi hermano mientras caminábamos a clase.
-¿El que?- llevábamos todos estos días bastante unidos.
-No deja de observar todo lo que haces como si estuviera esperando para atacar.- mi mandíbula se iba endureciendo a medida que hablaba.
-Eso eres tu que te fijas mucho Kyle, yo apenas me lo he cruzado un par de veces. -Le dije para tranquilizarlo, aunque la verdad es que tenía razón.
Habían pasado tres días desde lo de su casa, y hoy era el primero que venía a clases. Los días anteriores había estado muy tranquila sin él presente por todos lados, y Kyle también había estado más relajado.-Bueno, si te molesta házmelo saber.-Me dió un beso en la frente y entro a su clase. A mi solo me quedaba girar y caminar un pasillo para llegar a la mía.
Continué caminando y cuando viré en la esquina me pareció tener un deja-bú.
La zorra de Kimberly siendo espachurrada por el cuerpo de Christian sobre las taquillas.
Dudaba entre si vomitar ahí en medio o correr a los lavabos.
-Por dios, iros a la pocilga a daros el lote, a lo mejor a los cerdos no les dais tanto asco.- dije pasando por detrás.
Llegué a oír algo por parte de la zorra de Kimberly, pero decidí ignorarla y meterme en la penúltima clase del día.
Las clases que quedaban pasaron igual o incluso más lentas que toda la mañana. Sin saber porqué no podía sacar la imagen de los labios de Christian sobre los de la puerca. El timbre resonó en mis oídos haciéndome despertar de mi ensoñación y atropelladamente salí de clase. Pasé por mi taquilla para dejar y coger algunos libros y salí hacia afuera.
Cerca de la entrada me esperaban Kyle y los chicos. Cuando llegué a ellos Jake me pasó un brazo por encima de los hombros y Mark al otro lado hizo lo mismo haciendo que quedara entre ellos.
-Hemos decidido ir hoy a jugar a los bolos, ¿te parece bien?- preguntó Mark.
-Sí, por mi genial.- nunca había jugado a los bolos ni sabia como funcionaba, solo sabia que se trataba de tirar una bola a unas figuritas al fondo de un largo 'pasillo' y que había que derribarlas.
-Deseaba oír eso, no sabes las ganas que tengo de darte una paliza.- dijo Jake despeinándome el cabello con una mano.
-No estés tan seguro de eso Jake.- amenacé, y como no, era una amenaza falsa. La verdad es que era mucho mas que probable que todos me metieran una paliza esa tarde jugando a los bolos.
Los chicos se alejaron de mi riendo y me quedé al lado de Kyle y Ayden.
-¿Has visto a Lydia?- me preguntó Ayden.- Me tiene que llevar a casa y no aparece,
-No, no la he visto desde hace un buen rato.- le dije y Kyle me miró preocupado.
-Bueno, estrá al salir. Se habrá quedado en la taquilla.
Asentí en su dirección y me giré hacia mi hermano que estaba de espaldas a la puerta. Y en ese momento ví algo que llamó excesivamente mi atención. Había encontrado a Lydia, pero no precisamente con la mejor compañía. Christian la acompañaba y ella reía, muy escandalosamente, demasiado, diría yo. Kyle se giró para ver que pasaba y se quedó blanco .
Una muy sonriente Lydia miró en nuestra dirección, y dejó de reir instintivamente. Tube que retener a mi hermano para que no fuera a hacer o decir cualquier cosa. Sus puños estaban blancos con la fuerza que apretaba. Si lo llego a soltar se hubiera liado una mucho peor que la batalla de Troya. Mi amiga se despidió del pelinegro y este le dijo algo que la hizo sonreir. Pronto se giró de nuevo hacia nosotros y se encaminó en nuestra dirección. El pelinegro me miró y me guiñó un ojo antes de marcharse hacia su precioso coche.
Los bolos se me daban como la mierda, enserio, no podía ser mas mala. Todos parecían profesionales comparados conmigo.
Después de lo que pasó en el estacionamiento del colegio Kyle se montó en su coche enfadado y se fué sin dirigirle la palabra a nadie. Lydia me miró confusa y se marchó con su hermano Ayden, tambien sin decir nada. Y sí, me dejaron sola y a la intemperie. Un rato más tarde quedamos para comer y seguido fuimos a los bolos. Lydia no vino con nosotros en ningún momento.
Me encontraba aburrida sentada en un banco viendo como los dmas se divertían jugando, yo por supuesto estaba eliminada. Cogí mi movil paa entretenerme un rato y vi un mensaje.
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*+23548564854*
No sabía que fueras tan mala en bolos.
Yo podría enseñarte. ;)
-CW
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Recorrí la sala en busca del pelinegro y lo vi apoyado a un lado de la puerta de salida con su telefono en la mano. Cuandó me descubrió mirandole me sonrió y me hizo un gesto con la cabeza antes de que saliera por las grandes puertas.
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FELIZ AÑO NUEVO!!
Espero que tengáis un 2017 increíble.
Grcias por leer Soy de Acero. Se que he tardado mucho... Pero mejor tarde que nunca no?
-JT
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Soy De Acero
Roman pour AdolescentsQue pasa cuando una chica de 17 años que no ha tenido nada en la vida, pasa a tenerlo todo de un día para otro? Camille Jhonson es una chica que lo perdió todo a una edad muy temprana. Ahora con casi su mayoría de edad lo recupera todo, la felicida...