Capitulo 31

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Me acerqué a Kyle y le di unos golpecitos en el hombro para que me prestara atención.

-Voy fuera, voy un segundo al baño.- le dije, en realidad no mentía, del todo, iba al baño. Él simplemente asintió con la cabeza y volvió su atención a cualquier cosa de las que estaba haciendo.

Me dirigí a las grandes puertas y salí por ellas. En la baranda que había delante estaba Christian fumando un cigarro de espaldas a mí.

-Ahora me sigues? -le dije apoyando mi cuerpo al lado del suyo. Una sonrisa se trasladó a sus labios a la vez que inhalaba humo de su cigarro.

-¿A caso quieres que te siga?-pregunto todavía sin mirarme.

-Yo no he dicho eso.

-Tampoco has dicho que no.

-Me desesperas, si solo querías que viniera para esto mejor que no me hubieras hecho perder el tiempo. - dije para después girarme y volver por donde había venido.
Una mano me agarro del brazo, era Christian, obviamente. ¿Quien más iba a ser?

-No te vayas. ¿A caso querías que te besara? - preguntó por fin mirándome a los ojos. Y es que en esos ojos cualquiera se perdería. No contesté nada. Simplemente me quedé ahí mirando sus ojos.

Mi móvil comenzó a sonar. Deshice el contacto visual y saque mi móvil del bolsillo trasero de mi pantalón.

-Es Kyle. No hables. - descolgué el teléfono y lo puse en mi oreja.

-Camille, ¿Donde estás? Estamos a punto de irnos, ven rápido.

-Si, ya voy.

Colgué el teléfono y me separe de Christian para irme dentro. El simplemente se volvió a poner en su posición, mirando hacia abajo desde la barandilla y con un nuevo cigarro en la boca.
A este hombre no hay quien lo entienda.

Luego de irnos de la bolera nos pasamos por un restaurante de comida rápida, amo la comida basura. No había vuelto a recibir ningún mensaje del ojiverde. Y la verdad es que estaba deseando recibirlo y no sabía porque. Los chicos vinieron a casa y se quedaron allí a cenar. Me encantaban esos chicos, eran geniales. Cada minuto a su lado eran risas sin parar. Cuando los vi por primera vez pensé que serían unos chulos, y lo son, pero también son las personas más graciosas y divertidas que he conocido en mi vida.

Ya era de noche, y me encontraba sentada delante del gran ventanal de mi habitación mirando el cielo. Y allí, llegué a una conclusión, necesitaba alejarme de Christian, sabía que si me quedaba cerca suyo iba a pasarlo realmente mal.

Me desperté con el poco agradable sonido de mi teléfono. Tardé unos minutos en levantarme de la cama. Cuando lo hice me metí al baño a prepararme para el colegio. No quería ir, no quería verlo. Me había propuesto alejarme de él y si lo veía volvería a engancharme. Y no, no debía, por una parte la conciencia me mataba al engañar a Kyle y por otra no quería hacer que esa "amistad" acabara en algo más que me pudiera terminar por hacerme daño.
Llegué al instituto y me junté con Ly.

-¿Como que no viniste ayer a los bolos?

-No pude, ya había hecho planes y no podía decir que no.- dijo apenada pero a la vez sonriendo.

-¿Que ocultas? - pregunté alzando una ceja.

-A lo mejor salí con un chico que conocí la otra noche con mi prima.

Soy De AceroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora