-Yo vivo aquí- dijo seguro mirándome a los ojos. Mi cara de confusión cambio a una de más sorpresa y un escalofrío recorrió mi espalda, él era el habitante de la Mansión Salvatore, pero se veía muy bien como para vivir en un lugar abandonado. -Es decir, me mudé hace unos días y estoy haciendo un par de arreglos.- terminó la frase dándome más información. El tipo era guapo, sin embargo algo en mi instinto me daba una mala espina en él, poseía una clase de aura obscura y misteriosa que lo envolvía, cosa que me parecía emocionante y peligrosa a la vez.
-Creo que tendrás mucho trabajo reformando esa gran casa-contesté observando la edificación desde afuera, que se preservaba bastante bien.
-Así es. Está algo dañada, pero sin embargo no está tan mal como parece, le hace falta un poco de cariño y un toque moderno podría decirse.- agregó acercándose un poco. -Oye, ¿No quieres pasar y curarte la rodilla?- Había algo extraño en como me miró, como si sus intensiones no fueran tan inocentes como las hacía parecer.
-No tranquilo, es solo un pequeño rasguño, estoy bien además, estoy llegando tarde a un lugar, deben estar esperándome furiosos, pero gracias.-dije riendo un poco y comenzando a caminar.
-No hay de qué, espero volver a encontrarte en algún momento, Ella.-yo ya estaba caminando cuando escuché mi nombre y lo miré velozmente, no recuerdo haberlo dicho. Él se despidió dándome una sonrisa y un gesto con su mano y comenzó a caminar alejándose de mi, pero me quedó una sensación extraña, más extraña que la que había tenido hace unos minutos atrás.
Llegué a mi casa y fui a mi cuarto, tomé mi pijama y me fui a bañar. Luego de salir de la ducha, fui a mi cocina a prepararme un sandwich y leche con chocolate. Cuando terminé, llevé mi merienda a mi cuarto, y encendí la computadora. Eran la una y media de la mañana, y no tenía sueño así que opté por retomar la serie que seguía. Cuando el sueño vino a mí, ya eran las tres de la mañana, así que dejé el aparato en mi escritorio, y me arropé con las frazadas, claro no sin antes cargar mi celular. Fue solo cuestión de minutos que concilié el sueño.
Mi celular comenzó a sonar, pero no era la alarma, ya que esta tenía otro tono, tenía una llamada entrante.
-¿Qué?-dije dormida a lo que escuché una risa al otro lado de la linea.
-Hola Ellie, yo estoy bien, gracias por preguntar- dijo Ethan divertido.
-Más vale que me llames por algo bueno, interrumpiste mi pacífico sueño amiguito.- dije bastante adormilada viendo el reloj de mi despertador.
-Lo siento, oye, quería invitarte al Grill, ya sabes, para que no estuvieras encerrada en tu casa hasta la hora de la universidad, claro, si la señora "Más vale que me llames por algo bueno" quiere-dijo divertido imitando mi voz, lo cuál me hizo reír porque parecía un pato chillón de goma.
-Okey, okey, ya -dije riendo- ¿A que hora?
-En media hora.
-De acuerdo, no te prometo estar lista en media hora, pero lo intentaré.
-Pero Ella...
-Adios Ethan- lo interrumpí y corté la llamada.
Me desperecé, y fui a mi closet, a ver que podía ponerme. Tomé la ropa y fui a la ducha. Cuando ya estuve lista eran una y treinta y cinco, recibí dos mensajes en mi celular de Ethan.
"Ellie, estoy en la puerta, ven o entraré que no tengo todo el día"
"Pd: era una broma, no me golpees cuando salgas por favor"
Sonreí y me dirigí a la entrada.
Abrí la puerta y me encontré con Ethan quien estaba con los brazos en la cara en posición de "protección".
-Ya idiota, tranquilo, no hay nada que pueda dañarte, tranquilízate- reí viendo como sacaba los brazos lentamente de su cara y miraba adentro verificando que lo que le haya dicho fuera verdad.
-¿Vamos?- dije saliendo, a lo que él asintió con la cabeza.
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Be My Next Victim (Damon Salvatore's Fan Fic) | EDITANDO |
FanficMystic Falls. Un nombre que no resuena mucho por ser un pequeño pueblo en el estado de Virginia. Un pueblo al que se le ha otorgado un sinfín de historias desde su fundación en 1860. En este lugar, existe una mansión donde se dice que un hombre vive...