Be My Next Victim (Damon Salvatore's Fan Fic) | EDITANDO |

Capitulo 20

-Ese desgraciado te regaló un collar con verbena, ¿No es así?- Ahora ya no sonreía de lado, sino que se notaba el odio al hablar de Ethan, su cara me daba miedo, era hermosa, pero me daba miedo. Quedé estática, no respondía, solo lo miraba fijamente.

-Entonces por las malas será.- dicho esto, Damon me tomó del cuello, y sus hermosos ojos azul-celestes, quedaron rojos, alrededor de estos, brotaron venas, y en su boca crecieron dos grandes y afilados colmillos.

Entré en pánico, sabía lo que seguía, y esta vez, no era un sueño.

-Descuida, solo te dolerá unos segundos.- sonrió, y clavó sus colmillos en mi cuello.

Me quejé, porque en realidad, si dolía, y dolía como el demonio. Intenté apartarlo muchas veces, pero el maldito era mucho más fuerte que yo, y me apretaba contra él, de modo que dejara de forcejear.

Poco a poco, comencé a sentirme mareada, ya que había perdido mucha sangre, así que dejé de luchar contra él para que me soltara, mientras seguía succionando mi cuello y drenando la sangre que me quedaba.

De repente, se alejó de donde estaba la herida que me había provocado, y me miró a los ojos. Sonrió de lado con mi sangre aún escurriéndose por sus labios. Se quedó viéndome por unos segundos, hasta que con un hilo de voz logré hablar.

-Si vas a matarme, hazlo de una maldita vez.- ordené con la poca fuerza que me quedaba, él aun me sostenía de la cintura en el suelo. Damon rió por lo bajo, como si hubiese contado un chiste, ¿Qué tanto estaba esperando? ¿Acaso quería hacerme agonizar?

-¿Qué es lo divertido Damon? ¡Mátame de una buena vez si vas a hacerlo!- agregué molesta. Es un maldito bastardo

-No, creo que a ti te haré durar, no has sido fácil de alcanzar, y matarte ahora sería un desperdicio.- dijo acariciando mi pelo. Si no fuera porque estoy del asco, y no puedo mantenerme de pie por mis propios medios, haría el estúpido intento de patearle la entrepierna con todas mis fuerzas. Claro, hablamos de si tuviera fuerza en este momento.

-Además, también sería inconveniente desaprovechar tanta belleza- aclaró guiñándome.

¿Pero qué clase de broma es esta?

-Ahora duerme, luego terminaremos esta conversación.- dijo tomándome como bebé y dirigiéndose a su mansión. La cabeza me pesaba mucho, y el cuello me dolía como el demonio, me sentía como cuando te atacan esas efímeras pero insoportables gripes que te dejan en cama como por una semana.

-Eres un maldito y vil bastardo, ¿Lo sabes no?- mencioné por última vez. "Si lo sé, me lo han dicho antes" fue lo posterior que escuché antes de desmayarme por completo...