Al terminar las clases, me despedí de Eve y esperé hasta que Charlie llegó. Me preguntó por las clases, como siempre, y nos pusimos en camino a la que sería mi nueva casa : La agencia. Lo bueno fue que gracias a mi maquillaje no se enteró del moratón ni del labio partido que tenía, a veces el maquillaje hacía milagros cuando más lo necesitabas. No quería que Charles se preocupara por mí, parecía que tenía más cosas en la cabeza. En el transcurso del camino, revisé mi móvil ya que me aburría. Las llamadas perdidas de Marcus seguían llegando, parecía que nunca pararía de buscarme.
Lo ignoraba porque era lo mejor para los dos. Aunque estar sin él en mi vida era muy raro, sentía que me faltaba algo. Habíamos estado juntos siempre y nos habíamos apoyado en los momentos en los que nuestros padres estaban muy lejos para estar a nuestro lado. Pero ya era hora de que empezara a actuar por mí misma, tenía que dejar de depender de Marcus como siempre había hecho y apoyarme más en la confianza en mí misma.Llegamos a la agencia que estaba más o menos a las afueras de la ciudad y Charlie entregó su nombre y mi nombre para que nos dejaran pasar, la seguridad era bastante. Aparcamos el coche en la entrada y anduvimos hasta la puerta donde nos esperaba un hombre de más o menos cuatro años más que yo, no estaba segura. Llevaba una camisa blanca y unos pantalones de camuflaje, su pelo rubio estaba peinado hacia atrás y su cara era del todo seria. Bueno, para ser sincera, muy seria.
Charlie le apretó la mano y ambos se saluraron, parecían conocerse de hace tiempo porque se trataban como amigos. Pero, ¿Charlie conocía a aquel chico de antes o mis padres se lo habían presentado?
- Alex - me llamó Charles -. Él es el Capitán Jack Adams, está a cargo de esta sección de la agencia y te explicara todo.
- Encantado - dijo tendiéndome la mano.
No quería dársela, parecía de esos chicos que me iba a hacer sufrir pero una sola mirada a Charlie me dijo que estaba obligada a aceptársela así que estrechamos nuestras manos por un segundo y yo la solté incómoda por la corriente que había sentido.
Charles me dio un abrazo y se separó. Adams y yo lo miramos hasta que él se fue y nos dejó completamente solos si no contábamos las personas que salían y entraban de la agencia.
- Parks - dijo Jack llamando mi atención -. Le enseñaré su habitación así que sígame.
Lo seguí por un gran pasillo y, a medida que pasábamos, más chicos con uniforme militar aparecían. Nunca había oído decir a mis padres que trabajaban para la armada americana pero los uniformes de la gente y el comportamiento de Adams me estaba diciendo que a lo mejor no sabía tanto del trabajo de mis padres.
- ¿Esto es una base militar?
Adams me miró y volvió a mirar al frente sin decir nada hasta que creí que no me iba a decir nada.
- Sí, pertenece al ejército de los Estados Unidos. Todos los agentes vienen directamente de ser Capitanes o Mayores en la armada, aunque también tenemos Tenientes.
- ¿Mis padres son del ejército?
- Creía que ya lo sabías. Tu padre había sido Teniente Coronel y tu madre era Mayor, por eso tienen cargos tan importantes aquí.
Me quedé callada. ¿A caso mis padres no me habían dicho más cosas? ¿Habían ocultado más cosas y las descubriría por mí misma? Adams me llevó hasta una habitación que parecía que era de mi madre porque estaba llena de papeles con su letra y había fotos mías por todos lados.
- Gracias, señor Adams - dije viendo que él no se iba.
- Capitán Adams.
- ¿Qué?
- Debes llamarme así, Parks, es algo obligatorio en esta base. Además, no debes ir a ninguna parte sin consultarme antes y ten cuidado con lo que tocas fuera de esta habitación. ¿Comprendido?
- Lo he entendido, Capitán Adams - dije haciendo que él asintiera y saliera de la habitación -. Capitán de pacotilla...- susurré sin saber muy bien de qué iba aquel chico.
Dejé mis cosas sobre la cama y mi puse a cotillear las cosas de mi madre hasta que me quedé dormida del cansancio. A media noche, me quité la camiseta de tirantes y me quedé en sujetador aunque no me di cuenta de mi error hasta más tarde.
Por la mañana, unos golpes en la puerta me despertaron. Fui medio sonámbula a abrir y me encontré con el rostro del Capitán Adams.
- ¿Qué le ofrece, Capi...? - pero, antes de que hablara, él ya me había agarrado del brazo y me había dejado sobre la cama para después irse a buscar una cosa. Fue ahí cuando me di cuenta de como estaba así que me tapé viendo como él se acercaba hasta a mí con un botiquín en sus manos.
- ¿Qué hace? - pregunté viendo como él apartaba mis manos y miraba mi cuerpo -. ¿Qué cree que está viendo?
- Los moratones y heridas de su cuerpo, Parks, deje de protestar y permítame que la cure para que no vaya a peor - dijo para después aplicar una pomada en mi cuerpo que me hizo ver el cielo y, sin darme cuenta, me agarré a su brazo -. Agárrese si quiere, no creo que me haga daño con esas manitas de adolescente.
Lo miré enfadada aunque después me concentré en no gritar de lo que picaban los moratones. Sus manos subieron hasta los arañazos de mi espalda y aplicó alcohol - no agua oxigenada que dolía menos - haciendo que apretara más su brazo. Miré su cara y me fije en su pequeña cicatriz al lado de su oreja derecha, tambien en como su pelo rubio esta vez no estaba peinado hacia atrás sino que estaba más desordenado. Mi corazón empezó a latir como un estúpido así que aparté la mirada hasta que él terminó. Me miró a la cara y, sin esperármelo, me tocó el labio con su pulgar para después poner un poco de alcohol donde el labio había vuelto a sangrar. Sus dedos se movieron hasta mi mejilla y allí también aplicó pomada.
Sus ojos se encontraron con los míos y estuvimos unos segundos sin hablar hasta que él soltó mi mano que estaba agarrando su brazo y se fue tan rápido como había venido.
¿Qué me acababa de pasar?
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Agente Almmer.
RomancePuede que esta historia parezca la típica historia de una chica adolescente pero no lo es. Alexis Summer Parks va al instituto y tiene problemas con chicos, amores rechazados y no correspondidos y nuevas amigas hasta que todo cambia cuando, por raz...