Mis padres estaban colocando el árbol de navidad porque les habían dado vacaciones en la agencia y habíamos decidido colocar el árbol y todos los adornos navideños de la casa nosotros mismos sin contar con el servicio. Sonreí a mi madre que había sacado una bola a la que le tenía especial cariño aunque yo no sabía la razón pero solo le había oído susurrar "Hunter" cuando creía que nadie la estaba escuchando. No sabía quien era ese Hunter pero estaba segura de que papá no sabía de su existencia.
Todo era normal hasta que oímos como unos hombres vestidos de negro entraron y dispararon a mis padres dejándolos sin vida y haciendo que cayeran fulminados al suelo. Yo me acerqué a ellos sin poder creérmelo pero, gusto antes de despertar, oí :
- "Tú eres la siguiente Parks en morir".
Me desperté sudando y sintiendo como mis manos temblaban. Sin pensármelo dos veces salí corriendo de mi habitación y llegué hasta la de Jack. Entré y vi como él se levantaba y me miraba confuso.
- Almmer - susurró -. ¿Qué pasa?
Corrí hacia él y me refugié en sus brazos sintiendo como mi cuerpo temblaba. Sentí una de sus manos acariciando mi espalda mientras la otra me apretaba contra su cuerpo. Dejé que las lágrimas cayeran a la vez que sentía la presencia cálida de Jack a mi lado, relajándome, acompañándome, haciendo que mi corazón no doliera tanto.
Me desperté entre los brazos de Jack y no pude evitar sonreír, había dormido seguido gracias a él pero el recuerdo de la pesadilla que me había hecho acudir a él reapareció haciendo que volviera a temblar. Me quise alejar del Capitán para que no se despertara pero fue tarde ya que sus ojos se abrieron dejándome ver sus pupilas azules dilatadas por el sueño. Lo miré a los ojos y noté como sus brazos volvían a rodearme y como sus manos subían por mis brazos intentando darme calor.
- ¿Quieres decirme lo que pasaba en la pesadilla?
- No creo que quieras...
- Quiero, Almmer, quiero saber lo que has visto para que tiembles de esta forma - me interrumpió posando su dedo índice en mis labios.
Asentí apartando su dedo y miré hacia otro lado incapaz de mirarle mientras lo contaba. Me daba vergüenza que lo escuchara pero se lo merecía ya que me había dejado estar a su lado sin saber cual era la razón.
- Estábamos celebrando la navidad los tres juntos aunque era raro ya que ellos nunca estuvieron conmigo por esas fechas, siempre tenían misiones que hacer. Todo era normal, al principio pensé que era un buen sueño pero no lo era, Jack, no cuando de repente entraron unos hombres vestidos de negro y asesinaron a mis padres a sangre fría delante de tus ojos sin que puedas hacer nada, solo mirar. Y a parte, una voz dijo que yo era la siguiente Parks en morir, no sé quien era pero su voz me era familiar.
Jack agarró mi mentón y lo giró para que lo mirara. Sus dedos acariciaron mi mejilla haciendo que yo cerrara mis ojos lentamente al sentir su tacto sobre mí, sus palabras tardaron en llegar pero lo hicieron.
- No te va a pasar nada, Almmer, yo te protegeré con mi vida. Nadie te hará daño mientras yo viva, nadie te tocará un pelo y nadie conseguirá que te rindas. Esta es mi promesa.
Una sonrisa surgió de sus labios cuando me caí de la cama ya que me había quedado al extremo de uno de los lados y no me había dado cuenta de mi posición. Lo miré entre una maraña de pelos revueltos molesta porque se riera de mí pero mi risa no tardó en venir, la verdad era que me sentía mejor riendo que pensando en la pesadilla de la noche anterior.
Sin pensarlo, me tiré encima de la cama quedando a su lado y le empecé a hacer cosquillas sin éxito ya que parecía que no tenía pero él me devolvió el ataque y sí que lo consiguió ya que yo estaba llena de ellas. Reí todavía más hasta que unos golpes en la puerta hicieron que ambos nos mirarámos asustados por saber quién era. Me levanté buscando un sitio donde esconderme pero, antes de que me diera cuenta, Jack ya me había metido en el armario junto con todas mis cosas. Miré por las rendijas como el Capitán abría y como un señor con un uniforme azul que estaba lleno de banderas - me recordaba al que mi padre había llevado puesto al llegar a casa en más de una ocasión - entraba e inspeccionaba la habitación con la mirada para después mirar a Jack, quien no se había movido mientras él señor contemplaba su alrededor.
- Capitán Adams, me alegra saber que ya estaba despierto antes de entrar, no me hubiera gustado oír sus quejas matutinas.
Jack rió mientras yo me quedaba confundida ya que no sabía por qué el señor hablaba de cosas que hacía el Capitán de una manera completamente cercana.
- En verdad me acabo de despertar - sonrió Jack -, abuelo. Y me gustaría que me trataras informal cuando no hay nadie, nadie se enterará de que soy de tu familia.
- Está bien, Jack - sonrió el abuelo del Capitán -. Bueno, dejémos esta conversación ya que he venido a hablar de algo muy importante. Mañana se va a llevar a cabo una misión a manos de la agencia que intenta acabar con nosotros y con el ejército de Estados Unidos. Sé lo que me vas a decir pero aún así me arriesgaré a preguntártelo, ¿la agente Parks podría estrenarse en esta misión? Es una buena...
Jack negó antes de que su abuelo terminara, parecía no gustarle la idea pero tenía que saber que yo sí quería. Cogí mi móvil y le envié un mensaje que me consiguió mucho escribir debido a la oscuridad que había a mi alrededor.
"Acepta, bobo, yo sí que quiero ir"
El sonido del móvil hizo que Jack se disculapara para cogerlo y que, al mirarlo, soltara un bufido acompañado de un gesto de enfado en mi dirección.
"No pienso hacer eso, Almmer, no estás preparada. No pienso dejar que te hagan algo, ¿a caso no recuerdas la promesa que te he hecho hace unos minutos?"
Ahora fui yo la que bufé - sin que se me oyera mucho - y lo miré molesta, parecía que Jack pensaba que con esa promesa me iba a convencer, ¡pues iba pero que muy listo!
"He dicho que aceptes o salgo ahora mismo del armario, me gustaría un montón ver la cara de tu abuelo cuando vea que me tienes en tu habitación y, aún peor, en el armario"
La mueca que puso Jack al leer el mensaje casi me hizo soltar una carcajada pero me controlé la risa como pude y vi como tiraba el móvil sobre la cama. Se acercó a su abuelo y le estrechó la mano haciendo que este sonriera.
- Lo hará, abuelo, pero no me alejaré de ella nunca, es mi responsabilidad y no quiero que le pase nada a uno de mis agentes.
- No esperaba menos de ti, hijo - le dio un abrazo y salió de la habitación haciendo que yo hiciera lo mismo - pero del armario - riéndome por fin.
Le sonreí a Jack pero, en un solo segundo, él me inmovilizó tirándome sobre la cama y poniéndose encima a la vez que me agarraba las manos.
- Te espera el día más duro de tu vida así que prepárate para sufrir y sudar, Almmer.
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Agente Almmer.
Lãng mạnPuede que esta historia parezca la típica historia de una chica adolescente pero no lo es. Alexis Summer Parks va al instituto y tiene problemas con chicos, amores rechazados y no correspondidos y nuevas amigas hasta que todo cambia cuando, por raz...