Capítulo 10 : Ellos ya no están.

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Pensé en quedarme en la habitación y no ver a nadie pero por otro lado eso no pegaba con mi personalidad, no me sentía a gusto encerrada como si fuera una prisionera. Me vestí con unos vaqueros y una camiseta y salí a investigar a pesar de que el Capitán Adams me había dicho que no lo hiciera. 

Pero, ¿a caso él era el jefe del lugar? 

Crucé el pasillo por el que Adams me había llevado el día anterior y oí un sonido a mi espalda por lo que me giré y choqué con una persona cayéndome al suelo de culo. Miré hacia arriba molesta y me encontré con un chico de pelo castaño y ojos azul claro. Me estaba mirando entre sorprendido y confuso, no sabía lo que era exactamente. Me tendió las mano y me levantó para mostrarme una sonrisa, realmente su sonrisa hizo que sus rasgos fueran más bonitos. 

-  Lo siento, por un momento me ha parecido ver visiones - bromeó haciéndome reír -. Soy Rubén Fernández, perdona por chocarme contigo.

-  Tranquilo, la verdad es que miré hacia atrás para ver si ese Adams me estaba persiguiendo -  dije y me llevé las manos a la boca, no tenía que haberme referido a el Capitán de esa forma delante de otras personas que podían decírselo-. Perdón, creo que no debería...

-  Tranquila, es lo que pensamos todos. Aunque es la primera vez que veo a una chica aquí, diciendo eso. 

-  ¿No hay más chicas en la base?

-  Estaba la Mayor Holland pero ella no era de nuestra edad.

-  ¿Mi madre?

-  ¿Eres Alexis Parks?

Asentí y él volvió a sonreír. De verdad que su sonrisa era bonita, no podía dejar de mirar el hoyuelo que se le formaba en la mejilla derecha.

-  Tu madre me ha ayudado mucho cuando yo llegué y era nuevo, ella se sentó conmigo a comer y me contó todo lo que pasaba en la base

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-  Tu madre me ha ayudado mucho cuando yo llegué y era nuevo, ella se sentó conmigo a comer y me contó todo lo que pasaba en la base. También me dijo como me tenía que portar con cada una de las personas y que tenía que hacer, en verdad le tengo mucho respeto. 

-  Sí, ella es muy cordial -  dije sientiendo que con el paso de los años nos habíamos distanciado sin razón alguna -. Por alguna extraña razón siento envidia de ti...- susurré.

-  ¿Envidia? ¿Por qué tendrías que tener envidia?

-  No sé, hace tiempo que no tengo esa relación de la que tu hablas con ella...Bueno, no quiero aburrirte con mis problemas. 

-  No te preocupes, Parks.

-  Alex, por favor. Me pone nerviosa que me llamen todo el tiempo por mi apellido como hace el Capitán Adams. 

-  Alex, entendido. ¿Necesitas ir a algún sitio?

-  Estaba buscando algo de comer pero supongo que ya habréis desayunado.

-  Yo estaba a punto de hacerlo, ¿quieres acompañarme?

-  Está bien pero, ¿puedes esperarme hasta que me de una ducha? No tardo nada, lo prometo. 

Agente Almmer.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora