Enamorando al hermano de mi mejor amiga © (PARA EDITAR)

Capítulo 8

Durante las siguientes citas con Thom se me había olvidado por completo lo de enamorarle por Anna, simplemente estaba siendo yo misma.

Pero llevaba varios días sin saber de él, y ya estaba empezando a preocuparme.

Le había llamado varias veces, pero él nunca me contestaba. ¿Que demonios pasaba?

Entonces, decidida fui hasta su casa.

Al llamar fue Anna la que me abrió, que al verme se quedó sorprendida.

- ¿Que haces aquí? Como Thom te vea estamos jodidas...

-¿No está aquí?

- No ¿Por?

- Lleva varios días sin hablarme y sin contestar mis llamadas.

- Le robaron el móvil.

- ¿Qué?

- Si, el muy despistado...

- Oh, pensé que había sido...

- ¿El qué? - Dijo juntando sus cejas.

- Nada...

Según iba a entrar noté como Anna me pegaba un pisotón.

Será Bruta... ¿Que demonios le pasaba?

Entonces vi como Anna ponía caras raras.

- Tienes que irte - me dijo susurrándome mientras me empujaba hacia fuera.

Y cuando iba a preguntar por qué oí una voz que me resultaba demasiado familiar.

- ¿Beth?

Me giré para verlo.

- ¿Thom? ¡Vaya!

- ¿Que haces aquí?

- Bueno, recordé tu casa, y me preguntaba por qué no hablabas conmigo, me preocupe pensando si podía haberte pasado algo... O que no querías verme y vine aquí y me abrió...

Mire a Anna que se rió.

- Anna, me llamó Anna, soy su hermana.

- Encantada, yo soy Beth.

Vi como empezaba a sonreír, luego se despidió y cerró la puerta.

La mataba.

Tierra tragame.

Quería reírme, quería incluso llorar, pero no podía delante de él.

- No es que no quisiese verte Beth, me robaron el móvil.

- ¿Qué?

- Si, bueno, lo guarde en el bolsillo trasero de mi pantalón y cuando fui a cogerlo para llamar a mi hermana no lo encontré y bueno, supuse lo peor.

- ¿Entonces? ¿Lo robaron?

- Bueno, eso pensé al principio, pero hoy fui a la comisaría y lo encontré allí, menos mal.

Le Sonreí.

- Cuanto me alegro de que no te lo robasen.

Entonces cambió de tema.

- ¿Por qué pensaste que no quería verte?

- No sé, llevaba varios días sin saber de ti...

- Nunca pasaría de ti Beth.

Acto seguido de esa frase continuó como si se estuviera corrigiendo.

- Bueno, ya sabes somos amigos.