Capítulo 11

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- Buenos días -Me dijo Thom con una sonrisa.

- ¿Qué hora es?- Pregunté con un bostezo.

- Son las ocho, hora de desayunar.

- Quiero dormir.- Dije mientras me tapaba con la manta otra vez.

- ¿No quieres desayunar entonces?

- Si, si, ya me levanto.- Dije haciendo gestos con la mano.

(...)

Me moría de sueño, pero bueno al menos había degustado un magnifico desayuno al lado de una magnifica pareja, bueno 'pareja' entre comillas.

Después del desayuno y subir a la habitación salimos a dar un paseo y él me compro un bikini, vale estaba un poco cansada de que me comprase cosas (aunque en el fondo me encantaba, como una niña pequeña que fui y nunca los tuve - los regalos, obviamente-, por eso lo añoro.)
Debía tanto a esa familia...

- La playa está estupenda en estos días de verano, puedes cambiarte en esa cabina si quieres.

Después de cambiarme salí y le vi, tan guapo, tan él que no pude contenerme una sonrisa.

-Vaya me lo has estado ocultando durante todo este tiempo.

- ¿El qué?

- Nada.-Dijo mirando mi cuerpo.- Es hora de darse un chapuzón ¿no?

- No me apetece ahora.- reí.

Entonces me cogió como un saco de patatas y me llevo directamente al agua.

- Para, para, para que me da un corte de digestión.

Se paro de golpe y me fue bajando poco a poco en el agua.

- ¿Qué haces?- reí

- Bajarte poco a poco para que no te de un corte de digestión- rió.

Llegó un punto en el que nuestras caras estaban frente a frente, no podía evitarlo, quería besarle, me deje de reír y me mordí el labio, pero él me soltó.

Entonces me reí y le hice una aguadilla estábamos tan bien en ese instante que no quería que acabase.

No podía, no quería hacerle daño, y acto seguido me di cuenta de lo que sentía por Thom, estaba completamente y locamente enamorada de él, y lo que al principio empezó siendo un juego de chicas de diecisiete años acabó convirtiéndose en esto que llaman amor...

No puedo aguantarme... No sé como ocurrió, pero le miro y no puedo evitar quererle, tengo que contárselo...

- Ey Beth ¿Qué te pasa?

Beth...

Me quede seria mirándole en el agua. No podía, ahora no...

- Necesito...

- ¿Qué?

- Me gustaría volver al hotel.

- Claro.- Dijo sin decir una palabra más.

(...)

- Estaré en la sala de abajo, si quieres venir a buscarme o necesitas algo pregunta al recepcionista por mi, Thomas Sullivan. ¿Por cierto, no me dijiste tu apellido.

- Daniels -Lo dije sin pensarlo, siempre había adorado ese apellido.

Después de irse, me sentía tan sola que decidí bajar a buscarle para ver qué hacia, me puse un vestido que Anna me había regalado. Demasiado elegante para mi, pero me quedaba precioso, era un vestido largo beige con adornos en el cuello, después me peiné el pelo hacia un lado y me puse zapatos de tacón blancos.

Enamorando al hermano de mi mejor amiga © (PARA EDITAR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora