Capítulo 23

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- Dime.

- Sigue a Daniel.

- ¿Como que lo siga?

- Sí, lo qué hace, con quién está...

- No.

- Cat.- suplicó.

- Anna necesitas hablarlo con él no espiarle.

- Por favor - Puso ese puchero al que no me resistía.

La deje de mirar.

- ¿Recuerdas la última vez que te hice un favor de este tipo?

- Si. - miro hacia abajo.- pero esta vez no ocurrirá nada malo, por favor Cat...

La mire.

- Unos días nada más, si no encuentro nada raro hablaras con él.

- Vale. ¿Trato hecho entonces?

- Si. - suspire.

(...)

Después de trabajar me dispuse a seguir a Daniel, fue por casualidad que le vi en la calle.

Entró en una joyería y después de un rato salió con una caja en la mano.

¿Sería para Anna?

Él salió por el lado contrario al que yo estaba, le seguí.

Se sentó en un banco.

Vi coger la cajita y quedarse dubitativo. Después la abrió, pero no pude ver lo que contenía.

Él se marchó y le perdí el rastro, cuando llegue a casa Anna estaba viendo la televisión.

Dude por un momento que contarla. Tenía dos opciones, pero elegir una u otra llevaría sus consecuencias.
1. Contarla lo que había visto.
2. Mentirla.

Porque si le decía lo que había visto ella se haría ilusiones pensando que el regalo era para ella. ¿Pero, y si el regalo no era para ella?

La segunda opción me pareció la más simple, pero le prometí que nunca más la mentiría.

Así que seguí mi corazón.

- Anna, respecto a lo de Daniel...

- ¿Le has visto? - Me cortó.

- Sí.

- Cuéntamelo todo.

- Eso te quería comentar.

- ¿Qué, qué pasa Cat? - Se le borró la sonrisa de la cara. - ¿Es algo malo?

- No, Anna, no - La agarre las manos. - Es sólo que no quiero verte triste, así que he tomado una decisión.

Anna me miro sin decir nada.

- Después de una semana de seguirle te lo contaré todo.

- ¿Por qué no día a día?

- Porque podrías ilusionarte o desilusionarse a lo tonto.

- No me gusta esa idea.

- Pero como soy yo la que le espía no tienes otra opción.- Dije intentando convencerla.

- Vale. - Dijo algo triste pero satisfecha. - ¿Por cierto... Llamaste a Peter?

- Sí.

- Y ¿Que pasó?

- Me perdonó.

- Y... ¿Nada más?

- Anna, si quieres saber si me besó o no, la respuesta es no. - Reí.

Enamorando al hermano de mi mejor amiga © (PARA EDITAR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora