Dentro de ti - Into you

Capítulo 20

No he podido dormir en toda la noche. Recordar mi primera vez con Bruno me hace débil y me provoca llorar.

Quiero llamarlo y decirle que vuelva conmigo, que no me deje, que nos larguemos juntos, pero no soy capaz. Sé que él también no aceptaría ninguna de mis propuestas

El vacío en mi corazón me retuerce, me hace vulnerable. Todo ha pasado tan rápido que no me lo creo.

Lo peor de todo es que lo veré en la escuela. Yo no sé si ir. No tengo ganas, espero que mamá no sé de cuenta de mi tristeza.

Aunque de ninguna manera pienso demostrarle a Bruno que no estar con él significa que no voy a surgir o ser al menos, buena alumna.

Necesito ponerme las pilas para olvidarlo, así como él lo hará conmigo. Tarde años, tengo que lograrlo.

Dicen que el amor viene varias veces, pero yo solo creo en el amor de tu vida. El que quieres ver todos los días, al que te aburre pero hay una fuerza que hace que soportes.

Yo solo creo en el amor una vez en la vida.

Soy joven, muy joven y lo sé. Pero eso no significa que no pueda amar igual o más que un adulto. El amor está en todas las edades. De eso que ni se dude.

¿Cómo le haré para verle la cara bella todos los días sin que me de ganas de besarlo?

Son las 12 del día y lo único que quiero hacer es estar en la cama escuchando canciones deprimentes. Cada estrofa me recuerda a los pocos pero infinitos momentos.

No estoy como para morir, porque lo veré todos los días. Sin embargo, dentro de mi, guardo el dolor de un corazón roto.

Después de una larga ducha, decido avanzar con las tareas que han dejado para el lunes. Eso me distrae de todo pensamiento obsesivo....

Creo que mamá sospecha algo, seguramente creerá que he terminado con un chico de la escuela, pero no es así.

Reviso mis notificaciones de Facebook y hay un evento para hoy. Doy clic y hay una fiesta en la casa de Pauline. Le doy a asistir.

No pretendo quedarme en cama pasando el luto de Bruno. Por más que duela, tengo que salir adelante.

"Te amo" las palabras que pronunció alguna vez, aceleran mi corazón y me da una punzada en el pecho.

Antes de seguir con mi desolación, elijo el atuendo para la ocasión. Me gustan unos botines súper altos que se amarran, tienen algo de tacos, y una blusa negra que va más allá de la rodilla y unos shorts.

Me cepillo el cabello y le echo crema de brillo. Me pongo labial mate rosa y unos pendientes.

Bajo al primer piso y tomo mi clásico bolso. Es un LV, es hermoso y único en su clase, por ello solo tengo uno.

-Antonella ¿me vas a decir que te pasa?- escucho decir a mamá, quien está con su laptop. - Te la pasas todo el día en tu cuarto con una cara de depresión y de pronto te veo muy arreglada, eso me suena a que te han roto el corazón pero tú insistes.

Antes de ruborizarme, tomo aire sin que mi madre sé de cuenta de mis nervios. No puedo creer que ya se esté dando cuenta.

- Mamá, los adolescentes somos así- pongo mi mano en su hombro- un día estamos tristes y luego felices. Tal vez es porque quiero volver a Perú.

-¿Y esa ropa?- me pregunta mirándome de arriba a bajo.

- Hay una fiesta en la casa de Pauline- le digo con cierto temor en los labios-¿Me dejas ir?

-Bueno, ahorita te llevo pero te recogeré temprano.

-Perfecto. No soy fiestera

- Espero que con eso se te quite esa cara....por cierto, muy pronto volveremos a Perú hija, te lo prometo. Tu abuela te extraña.

Que mi madre mencione eso me pone feliz, extraño a mi abuela. La madre de mi mamá falleció es por ello que solo tengo abuelita paterna.

Mi madre maneja con cautela aunque como en la pista casi no hay autos, avanza rápido hasta llegar a la casa de la que organiza la fiesta.

Me despido y salgo del auto. Me acerco a la casa de Pauline y toco la puerta.
Romee me recibe.

- ¡Qué bueno que viniste!- una exclamación fuerte estremece mis oídos. La saludo y me dirige al centro para bailar.

Mi cuerpo se mueve al son de la música y trató de olvidarme de mi pensamientos macabros y dolorosos. Te amo Bruno, te amo.

Orlando se aparece en medio de la pista y me toma de la mano.

-Estas hermosa- me susurra al oído justo cuando la canción es una lenta. Nunca había puesto una lenta.
Yo no digo nada.
- Te dije que no pararía hasta que estés conmigo.

Tiene una gran sonrisa en los labios que me reconforta.

- No intentes mucho- le sugiero mostrando mi mejor cara.

-Te quiero mucho- me dice y algo muy dentro de mi salta pero yo evito que llegue a lo más profundo.

Me río y me suelto de su brazo.

- Or...- empiezo- no quiero que creas que yo quiero algo con alguien...

Me alejo y me dirijo a la sala en donde están varias chicas, incluidas mis amigas.

-Antonella- Pauline grita cuando llego. - ¿Cómo te fue con Orlando? Cuéntamelo todo. ¿Ya son novios?

-¿Qué? No! - hago una mueca de negación- yo de verdad que prefiero estar sola.

-¿Y lo del beso? ¿No significo nada para ti ? - me pregunta Rachel.

- Fue un accidente, chicas. - pongo una cara de más seriedad como para darles a entender que no quiero que se hable más de ese tema delante de todos. Ni con mis mejores amigas lo hablo tanto y lo haré con ellas.

Fue un accidente y solo eso. No quiero cometer más de ellos o caeré muy abajo.