Dentro de ti - Into you

Capítulo 17

Bruno pide a su mayordomo que le traiga una botella de vino, con dos copas a la recámara. El señor los deja en la puerta sin estar abierta. Bruno avisa todo por teléfono.

Después de una larga sesión de besos. Nos sentamos en la cama y su brazo me rodea el cuerpo.

- Creo que....- empieza a decir pero yo le corto.

-Me has encantado- le digo, cogiendo una copa y dándole un sorbo al trago.

- Me has enamorado - me susurra. - ¿Crees que he estado bien?- me mira alzando sus cejas como si realmente esto me preocupara.

- Bruno, has sido el primero- le cuento y él se queda con los ojos súper abiertos.

- ¿Por qué no me dijiste nada?- me pregunta y aleja el brazo de mí.

- Porque quiero estar contigo- lo tranquilizo- y no te molestes. En algún momento tenía que pasar.

-Me siento culpable...

-Si te pones así, me haces infeliz- le digo y pasó una mano por su cabello, le doy un beso en la comisura de los labios.

Bruno se queda callado pero me besa. De todas maneras, que no se haga el tontito, él sabía que meterse con una adolescente, tiene muchas probabilidades de que sea virgen.

Cuando veo la hora, son las 2:30 de la tarde. A las tres salgo de la escuela. Aún estoy a tiempo de llegar a casa y que mi madre no sé de cuenta de mi ausencia.

Mientras tanto, estar en una cama tan grande con sábanas tan frescas al lado de la persona que amas, no tiene precio.

- Antonella- me dice- ¿Qué pasó con Orlando? -  su voz es algo sería pero no con malas intenciones.

- Me invitó a salir hoy pero le dije que no podía y que tan solo éramos amigos- le confieso con algo de vergüenza mirando a la nada.

- Bueno...me pongo celoso cuando estás con otros chicos pero para mí es normal. No les niegues a las citas.

Al decir eso, me siento ofendida y me preparo para aclararle las cosas.

-Bruno, he dormido contigo- mi expresión se tensa- te quiero y no sé lo que somos pero no pienso salir con otros chicos mientras esté contigo.  Sería horrible. Estaría jugando por ambos lados.

- Tienes razón- deja de mirarme para ver el techo.

- Mírame - volteo su rostro hacia mí. - yo no quiero engañar a nadie. No quiero tener una doble vida. He decidido estar contigo, de la manera en que sea.

- ¿Por qué eres tan inteligente? - me dice- discúlpame. - agacha la cabeza y luego me mira fijamente- En ese caso quiero que estés conmigo. Solo conmigo.

- Así será- le aseguro- no te dejaré.

Siento presionar sus labios contra los míos y coge mi rostro con cariño. Sus manos rozan mi espalda, despeinan mi cabello y alborotan mis pechos. Me da cosquillas todos sus movimientos.

Me pongo una bata blanca, y Bruno me sorprende cargándome sin hacer un mínimo esfuerzo.

- ¿Puede el mundo darme algo mejor que tú?- me dice y yo me cuelgo.

Bajamos al primer piso y se dirige a su cocina.

Estoy hambrienta, demasiado, diría.