Hasta ahora me sigo preguntando quién es Jennifer. ¿Es su hija? ¿Su novia?. Tengo que ser racional... También puede ser su hermana o mejor amiga...aunque no le veo con aspecto de tener una.
Ahora, es que, ¿Acaso él trabaja en otro lado? Es lo más probable. En realidad, no debe interesarme, pero algo le sucede a mi cerebro que no entiende las indicaciones que le doy de que deje de pensar en Bruno.Antes de que mi madre me llame la atención. Ordeno mi ropa, mi cuarto y también lo limpio. Eso me ayuda a distraerme bastante. A mamá no le gusta que vague por casa. Solía hacerlo cuando hasta hace unos meses pero este tipo de quehaceres me ha dado más fuerza y menos fragilidad en algunos momentos.
Poco a poco voy llegando a la conclusión de que tal vez ha sido una chiquillada. Quiero decir, hay algo en la vida de adolescente que siempre vas a recordar pero a la vez arrepentir de haber hecho.
-Antonella- me avisa mi Lily desde el segundo piso- quiero que me compres un chocolate 70% cacao.
-Mamá, pero eso está muy lejos- le digo- está en la gasolinera.
- Hija, por favor- la voz de mi mamá es de una súplica fingida pero tendré que ir.
- Como quieras- respondo enojada - pero que sea la última vez.
- Distráete un poquito, te veo muy apagada estos días.
No quiero sermones o interrogantes, así que lo mejor será salir lo más rápido posible. Mi madre no es una persona que no sé de cuenta de las cosas pero es muy difícil de adivinar algo así.
- Bueno, adiós- cierro la puerta y mi abrigo negro corto.
¿Por qué quiere cacao? Esto me suena raro. No creo que este...Aunque ahora que recuerdo, hace ya varios meses la he visto comiendo esa marca de chocolates que según ella, al ser mayormente de cacao, y tiene endulzante sin calorías, probablemente la haga bajar de peso.
Pero yo la veo con un cuerpo de diosa griega, y creo que ninguna madre de familia tiene la figura que ella posee.
Su barrita de chocolate cuesta 10 dólares y es de Perú. A ella le encanta porque dice que es el mejor.
Mientras voy avanzando, veo una cafetería, que me recuerda a Bruno, no es italiana, pero la palabra café tan solo me hace pensar en él.
Los últimos días no he estado tomando café. Yo tomo el descafeinado, pero esta vez he preferido dejarlo hasta que olvide por completo esta aventura de adolescente.Por un momento, creo que no hay que alarmar tanto la cosas, ¿Por qué hacer tanto escándalo mental si nadie lo sabe? Y tal vez muchas personas han pasado por lo que yo.
Yo no debo dejar que esto me martirice, necesito vivir mi vida, así como lo hace él en su trabajo, con la tal Jennifer y con el propio universo.
Estoy cerca de la gasolinera. Para ello, veo cuatro coches en el estacionamiento.
Mi corazón se para al ver a un auto muy familiar y lujoso del año. Sigo caminando y entro en la pequeña tienda de la gasolinera.
Por suerte, no hay nadie excepto por la chica de los tatuajes que siempre atiende.
Tomo un respiro y aunque, aquel auto se encuentre estacionado ahí, yo debo estar serena y no correr al chisme.
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Dentro de ti - Into you
RomanceUna semi tímida adolescente tendrá que darse cuenta qué es el amor. Pero en su búsqueda verá que primero hay que saber si es prohibido o no, cayendo por Mr...Faroldi, prohibido ante todo pronóstico. ¿Sabes por qué? Porque es ilegal...