Capítulo 34

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Ya estamos llegando a la casa de mi tía, en Los Ángeles. El viaje se hizo corto. La verdad es que no tuve problemas, pero sí sentí que extrañaba a Bruno, más que a nadie. Y me recordó cuando viajamos juntos. Algo tan especial y lejano a la vez.

—Las he extrañado— me dice mi tía, sacándome de mis pensamientos. —Debieron venir antes. Aunque de todas formas con ustedes inauguramos la piscina.

—Nosotras a ti—mi madre le dice—y más a Rob.

—Está muy sabido el niño— agrega mi tía mientras maneja hacia su casa. Ya pasamos las rejas de donde vive.

La verdad es que ella tiene un buen trabajo, al igual que su esposo. Todos los hijos de mi abuela son profesionales y al menos, tienen una casa.

—Me muero de ganas por ver al chiquitín—en mi rostro se formula una gran sonrisa cuando pienso en mi primo pequeño. Él tiene 3 años y es de lo más tierno.

—Y el por ti. Todo el día pregunta por su prima Antonella, porque quiere que lo lleve al parque a jugar con los niños y a jugar en la piscina—entramos a la casa de mi tía, mientras ella estaciona el auto.

Antes de que de un paso más, me llega un mensaje.

"Llámame, te extraño." es de Orlando.

"Dame media hora" le doy a la tecla enviar y guardo el celular.

Tomamos desayuno con mis tíos y mi primo aún está durmiendo.

Mi tía ha hecho el típico desayuno americano: panqueques, huevos, bacon, y jugo de naranja.

El día está soleado. Tal como es acá. Mi piel se ha puesto clara con el invierno, ahora es tiempo de un bronceado.

-¿Qué tal cocina tu tía, Anto?- me pregunta mi tío James.

-Muy rico- digo mientras me atraganto con la comida.

El sonríe y mi tía también. Mi madre también está hambrienta.

-¿Cómo te va en la escuela?- me pregunta mi tía.

-Bien- mi voz es algo apagada, así que trato de sonar más convincente- me encanta literatura y tengo buenas notas. No hay mucho estrés.

-Mejor...la universidad ya es diferente- me guiña un ojo de confianza.- hay de todo. Es una etapa muy divertida.

-Eso espero- añado-¿y qué tal les va a ustedes en el trabajo?- pregunto para cambiar el tema.

-Es algo estresante- mi tía deja sus cubiertos para sonreírme- clientes que son de lo peor y ese tipo de cosas...pero...la paga es buena.

-Tu siempre pensando en eso- dice mi madre y todos reímos. - desde pequeña con tu ambición. Y así me salió mi Antonella.

Agacho la mirada.

- Será una excelente profesional- me dice y me siento orgullosa de que ella sea un pariente mío- y ganara a su tía.

Después de un poco de charla, mi madre lava los trastes, mientras la tía Kate habla por teléfono cosas del trabajo.

Los fines de semana no viene la chica que los ayuda, solo de lunes a viernes, así que mi madre, no se molesta en ordenar algo.

-¡prima, Antonella!- la voz de un pequeñín resuena en mis oídos.

-Brandon!- exclamo al verlo.

Dentro de ti - Into youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora