Capítulo 47

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Terminamos de tomarnos la foto para el recuerdo y entramos al salón del evento.

No es como si esto fuera lo peor del mundo, pero no provoca ni una chispa de alegría en mi. Veo a algunos profesores, lo que me incomoda mucho.

-Antonella- me dice Orlando, mirándome con una gran sonrisa- esta fiesta es nuestra. Alégrate un poco.

-Lo estoy- respondo con una disimulada sonrisa- es solo que no voy a una desde hace tiempo.

-Disfruta esta y olvídate de todo por un momento- me susurra en el oído.

Varios están en la pista de baile, entonces comenzamos a movernos tal como suene la música. Mis amigas también se unen a la celebración.

-No pensé que la pasaría tan bien- me dice Laura moviendo los hombros.

-Yo creo que Stella es quien la está pasando mejor- digo riéndome. Mi amiga Stella está haciendo un movimiento raro con el resto de chicas.

La música suena y yo me pierdo en ella. Tengo que admitir que no soy una buena bailarina, tan solo trato de dar lo mejor de mi.
Es el momento de la ceremonia en donde lo profesores dan palabras de agradecimiento. En mi cara, hay una gran indiferencia hacia ellos. No lo soporto, no lo soporto.

Después de ello, nos sirven ternera en salsa de higos y ensalada de papa y tomate. La peor combinación, pero de alguna manera, tengo que admitir que está deliciosa.

-Puedo sola- le digo cuando me quiere alcanzar una botella de agua.

-No hay problema- su rostro enrojece y me da la botella.- Discúlpame. Discúlpame por disculparme todo el tiempo.

Ya era hora. No necesitaba una disculpa, solo que deje de hacerlo.

-Esta bien- asiento sonriéndole para quitar el mal sabor a la situación.

-Hoy luces muy hermosa- me dice.

-Gracias, pero creo que exageras- respondo dándole un sorbo a mi agua.

-Entonces mentiría- alza una ceja.

Yo rodeo los ojos en son de desacuerdo.
Ósea yo no me considero fea, sé que tengo al menos, algo que es bonito, por decirlo así. Sin embargo, no es que sea una belleza.

Volvemos a la pista de baile luego de un rato. Antes de que alguien me siga, decido irme por el baño. Me molesta rotundamente que Orlando este conmigo todo el tiempo.

La fiesta sería divertida, si estuviera de otro humor. Salgo del lugar a escondidas. Es muy difícil que se den cuenta de mi ausencia.

Camino hacia dónde mi corazón me guíe. Es decir, hacia dónde llegue, sin rumbo.

Todo lo que últimamente ha sucedido, me causa algo de gracia. Tal vez yo misma lo provoque, tal vez yo misma me quiera alejar de todo y estar con alguien a quien no veré más. Pero es así como deseo que sea mi vida en este momento. Bruno es todo lo que quiero.

Puedo decir que desde que llegó el a mi vida, todo cambió. Orlando quiso acercarse a mí. ¿Quién lo diría? Un chico popular, no el más popular, no el más guapo, pero guapo, se fijaría en mi.

Ahora la luna se refleja en le brillo de mis zapatos. Los cuales me tengo que quitar o si no me harán daño.

Me siento en una de las bancas del parque, que están desoladas, y solo me encuentro yo.
No me puedo culpar de esto. Hay cosas peores, mucho peores. Por ello, debo olvidar el pasado.

Dentro de ti - Into youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora