Capítulo 27

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Bruno me besa delicadamente el cuello mientras preparo el desayuno. Hemos decidido en solo comer fruta picada y jugo de naranja.

-Harás que me corte- le digo mientas me da cosquillas el toque y lo tomo por el cuello.

Pero nos olvidamos de las palabras y de la comida para envolvernos en el deseo.
A Bruno me gusta poner música mientras estamos besándonos. Dice que siente que todo es más profunda y yo lo veo desde esa forma.

Es como agregar música a tu rutina.
Me coloca encima de la mesa de la cocina y me empieza a besar. No puedo resistir así que lo aprieto lo más que puedo hacia mí.

Como la mesa es algo incomoda, por lo que me carga y me lleva a la cama. No es que no quiera besarlo pero en estos momentos siento que lo hago sin sentir algo. No me puedo quitar de la cabeza que nadie apruebe lo nuestro.

Poco a poco la ropa que tengo encima se desprende de mi cuerpo. A excepción de mis bragas al igual que Bruno, que cada ves que veo su pecho me derrito. Es tan perfecto.

Sus labios, sus labios...me ponen...

La música acompaña todos nuestros movimientos.

Aquellos besos no se pueden comparar. Tan fuertes pero a la vez tan apasionados. Cuando estoy con él no me puedo concentrar.

Porque cuando está conmigo me imagino una vida completa, algo que no sucedía con otros pocos chicos que me habían gustado. Pero las desventajas con este eran muy muy notorias.

Sus besos me dan seguridad.

En un momento paramos por el aire.

-Tenemos que salir, mi amor- casi se me cae los ojos. Mi amor.

-Tienes razón- me da un último beso largo y nos vamos a la cocina y esta vez el acaba preparando el desayuno.

-¿Harás eso siempre?- pregunto con una media sonrisa en el rostro- Interrumpirme por besos.

Se apoya en la mesa.

-Pero es que contigo no me controlo- me dice y ambos reímos.

-Pues tómate una pastilla-le guiño el ojo y me da un suave beso.

Hoy no pensamos salir. Tan solo pretendemos pasar el día en la playa. Es nuestro último día. Un último día completamente juntos.

-Me adelantaré a la playa- le aviso a Bruno mientras ya tengo el bikini puesto. También llevo protector solar y toallas.

-Ya te alcanzo- logro escuchar cuando yo ya estoy bajando las escaleras.

El sol no quema demasiado y hace un calor perfecto, de esos que no perturban. Y la playa es tan mansa. Es casi como aquellas cristalinas y que no tienen olas. Algo así.

Pongo el bloqueador y la toalla en la cama que está mirando al mar.

Mientras me quedo mirando a la naturaleza, siento los pasos de Bruno a mi tras.

-¿Qué tal eh?- escucho desde las escaleras.

-Bello- volteo hacia él y cuando ya está a mi costado, posa su mano en mi espalda.

-Como tú - me dice mientras me da un fino beso en la frente.

El aire que pasa por nosotros de repente, me pasa un escalofrío.

Dentro de ti - Into youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora