Me levanto de la mesa para dirigirme al baño y lavarme la cara, para enfriarme un poco.
No presto atención si Bruno me mira o no.
Ahí en la soledad de un inodoro, derramó lágrimas que me salen desde lo más profundo del alma.
No es posible que esto esté sucediendo. Yo lo quiero. Yo lo necesito y no lo puedo olvidar con Orlando, no hay nadie quien lo reemplace.
Prendo la pantalla de mi celular, la cual aún está con la foto editada que nos tomamos mirando a la playa. Después de contemplarla, le marco a Orlando, decidida a tomar una decisión seria.
No contesta al primer timbrado, al segundo sí.
-Hola, hermosa- me dice con una voz dulce, pero no lo suficiente como para quebrar mis ideas.
-Hola- digo seria- ¿Estás ocupado?
-No, acabo de entrenar, así que estoy libre.
-Bien...entonces tengo que decirte algo y quiero que me escuches.
-Esta bien- ahora suena más alerta.
-Orlando...hay cosas que desearía decirte pero son imposibles...tan sólo te pido que me entiendas. Te tengo mucho afecto y tú eres el mejor chico que he conocido...pero yo no te merezco. Por eso te pido que me des un tiempo para pensar bien las cosas. Yo he venido sufriendo antes de estar contigo y no debí aceptarte porque no estaba del todo bien. Solo espero que me comprendas y sepas que siempre podrás confiar en mí, pero por ahora, deseo estar sola y encontrarme conmigo misma, no quiero salir lastimada. No por ti- tomo un gran suspiro antes de continuar- sino por mi. Yo sé que esta es la peor forma de terminar, pero no me atrevo a decirte todo esto en la cara. Espero que no le digas a nadie o si quieres, hazlo.
-Antonella- empieza el con un tono desesperado- no te obligare a nada conmigo, no haré que sufras, pero no te alejes...
-Orlando, ya he dicho todo- guardo un momento de silencio- quiero estar sola y te aprecio demasiado, por nuestro bien, es mejor que esto se acabe. - antes de que me conteste, corto la llamada.
No me arrepiento de terminar. En realidad, lo necesitaba, ya que nunca debí aceptarle. Todo se complicó y hasta este momento, no encuentro paz interior.
-Salgo del inodoro y me acerco al lavadero, para enjuagarme la cara por tercera vez. Sin embargo, no pretendo salir con cara de haber sufrido. Me arreglo más el cabello, sujetándolo con una cola alta. Me retoco el maquillaje natural y añado mi labial matte rojo.
Me paro derecha y abro la puerta. Con el dolor y la pena encima, camino hacia la mesa de
mis tíos y veo que de reojo, la gente se me queda mirando. Tal vez si soy guapa.Y el que no deja de posar sus ojos en mi, es Bruno. Quizás, le impresione. Lástima que me puse bonita para mí, no para el.
-Estas divina- me dice mi tía.
-Muy simpática sobrina- añade mi tío, mientras le da de comer a Brandon.
-A su madre, obviamente- añade mi mama y la familia ríe.
La música suena, y unas cuantas parejas salen a bailar a la pista. Claro, es un acorde de piano y guitarra lentos. Romántico, en verdad
-Bailen- aliento a mis tíos a que se unan a las parejas adultas.- disfruten de este momento juntos.
-Si tú lo dices- mi tío saca a bailar a mi tía, tomados de la mano. Ellos no son muy románticos pero esta vez, se les ve más unidos.
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Dentro de ti - Into you
RomantikUna semi tímida adolescente tendrá que darse cuenta qué es el amor. Pero en su búsqueda verá que primero hay que saber si es prohibido o no, cayendo por Mr...Faroldi, prohibido ante todo pronóstico. ¿Sabes por qué? Porque es ilegal...